CANCÚN, MX.- Para recuperar su territorio y el monto de sus ganancias que se vieron en riesgo, así como su autoridad criminal se encuentran activos los miembros de “Los Zetas”, que ahora usan los narcomensajes como herramienta de mortal advertencia.
Pero la operación limpieza que ahora se registra y queda marcada de forma sangrienta con la doble decapitación ocurrida este lunes, en donde sólo ha sido identificado Marco Gutiérrez Ramos (a) “La Berenice”, que operó en la zona de hoteles, se debe a que ahí permanece el mayor radio de acción delictiva de este grupo criminal.
Este traslado de operaciones, de la ciudad a la Zona Hotelera, no sólo fue en materia operativa, sino también de forma cupular, porque desde ahí parten también varias indicaciones, pues se sabe que ahí se ubican los niveles de mando, confundidos con la gran masa turística, empresarial y de negocios que ahí habita y desarrolla todo tipo de negocios.
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Así en los cuartos de hotel se hacen reuniones y se toman decisiones para pasar desapercibidos. En términos reales, los jefes se hacen pasar como turistas.
Asimismo, se tomó la medida de que los miembros de la célula únicamente permanezcan en el centro de la ciudad y las casas de seguridad.
La orden que tienen los sicarios es de la de evitar pasar más de tres días en el mismo sitio para evitar que su presencia sea detectada.
Con este nuevo sistema “Los Zetas” han establecido la Zona Hotelera como su fuerte económico y operativo. Lo anterior se debe a que desde ahí controlan la extorsión de bares y discotecas de la Zona Hotelera para obtener recursos considerables.
Las extorsiones a los centros nocturnos y establecimientos van desde los 50 mil y 100 mil pesos mensuales, y a los negocios medianos desde los 20 mil a 10 mil pesos mensuales.
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Además, se controla la prostitución y el narcomenudeo por medio de taxis. A las prostitutas se les cobra de mil 500 a 2 mil pesos por poder trabajar en la zona de playas.
Tal operación le costó la vida a Marco Gutiérrez Ramos (a) “La Berenice” que pagaba narcocuota por las prostitutas que controlaba y por la venta de droga en el oscuro mundo del narcomenudeo que prevalece en la zona de hoteles. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)