CHETUMAL, MX.- La Dirección Regional de Áreas Naturales Protegidas, (Región Península de Yucatán y Caribe Mexicano) de la Semarnat, confirmó que aun existe presencia del pez león en aguas de Banco Chinchorro, Mahahual y Xcalak, y aunque el número de peces detectados es mínimo, esta oficina trabaja en la orientación de prestadores de servicios y pescadores para llevar a cabo su captura .
Al respecto, el encargado de la mencionada dirección, Alfredo Arellano Guillermo, indicó que por tratarse de un problema “nuevo” para las costas del estado, la Semarnat junto con otras dependencias federales y estatales se encuentran en la fase de organización, es decir, realizando talleres preventivos cuyo fin es que aquellos que tienen contacto con el mar diariamente, estén enterados sobre los devastadores efectos de esta especie en la fauna, así como orientarlos respecto de como capturarlo, pues la especie esta catalogada como medianamente venenosa.
Indicó que la zona más afectada por la presencia del pez león es Cozumel, en donde se han capturado más de 150 especímenes, destacando que en Mahahual, Banco Chinchorro y Xcalak, se han atrapado 5 especies por cada zona.
Arellano Guillermo abundó que según los datos que reportan autoridades de Jamaica, la especie permanece hasta 7 meses en una zona, acabando con el 80 por ciento de la fauna que ahí se agrupa.
Aseveró que hay sumo interés por parte de investigadores del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), para que las especies capturadas sean estudiadas, ya que analizando el contenido de su aparato digestivo se pueden conocer cuales son sus hábitos de alimentación.
Cabe señalar que la coloración del pez le permite pasar fácilmente desapercibido, representando un riesgo para los buzos o nadadores. Es un pez territorial que en ocasiones nada rápidamente hacia el agresor para herirlo con sus espinas.
Precaución
Todas las espinas del pez león son venenosas y su picadura, aunque es relativamente indolora al principio, es extremadamente dolorosa después de un rato, dependiendo del veneno recibido. Los síntomas pueden incluir inflamación, enrojecimiento, sangrado, nauseas, entumecimiento, dolor de articulaciones, ansiedad, cefalea, confusión, mareo, parálisis o convulsiones. Las heridas más comunes en humanos son en la mano, y se ha reportado daños severos al manejar a ejemplares recién muertos.
Los ejemplares juveniles tienen una gran capacidad de desplazamiento, lo que les ha permitido llegar hasta las aguas del Caribe. Son carnívoros que se alimentan de pequeños peces, crustáceos y moluscos y son notablemente rápidos en adaptarse a consumir nuevas presas, por lo que representan una amenaza para la biodiversidad marina y las actividades económicas enfocadas a turismo y pesquerías. (Fuente: El Periódico)
