TULUM, MX.- Una muralla en perfecto estado de conservación y un pequeño altar en forma de cruz, localizado a unos metros de El Castillo, la estructura más significativa de la zona arqueológica de Tulum, son dos de los descubrimientos más recientes que la arqueóloga Adriana Velázquez Morlet, directora del Centro INAH-Quintana Roo, muestra a MILENIO, tal como lo hará con los representantes de las 196 naciones que participan en la 16 Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático, que se desarrolla en Cancún.
La funcionaria explica que se trata de una muralla “que contiene la quinta puerta de entrada al sur del sitio, localizada por los arqueólogos Luis Leira y Enrique Terrones. Durante los trabajos de preservación de la zona se hizo limpieza y debajo de un montículo de piedras y arenas y ramas se encontraba oculto este vestigio, nunca antes visto”.
Por lo que respecta al altar de tipo doméstico, encontrado a unos metros de El Castillo –el edificio más significativo de Tulum, construido al borde del acantilado, mediante diversas superposiciones, alcanzando los 12 metros de altura–, Leira y Terrones aseguran que es único en su género, por su posición y tipo de construcción.
La funcionaria destacó que Tulum tiene mucho que revelar durante el desarrollo de la Cumbre de la ONU sobre Cambio Climático, como el hecho de que los mayas –a quienes se les idealiza por su relación con la naturaleza– afectaron sin querer el medio ambiente al instalarse y construir sus portentosas edificaciones en escenarios frente al mar.
“Eran tantos los habitantes en esta zona, que ejercieron una importante presión sobre los recursos naturales y el medio ambiente, tiraban y quemaban los árboles para establecerse en este sitio, sin mencionar que tenían que dar de comer a unas 20 mil personas que habitaban en la zona oriental, más de la población que habita actualmente en esta región”, explica Velázquez Morlet.
Continúa litigio
Los invitados especiales, procedentes de la Cumbre de Cambio Climático conocerán ese mágico lugar, al que los antiguos mayas le dieron el nombre de Tulum, que significa cerco o muralla.
Pese a la belleza natural de este sitio localizado frente al mar azul turquesa de la Riviera Maya –particularmente a 128 Kilómetros al sur de la ciudad de Cancún–, es un sitio que enfrenta la presión de los consorcios hoteleros, que desean seguir construyendo sus complejos turísticos en la zona. Actualmente existen más de 900 habitaciones en la zona restringida, sin autorización.
De hecho, continúa el litigio en “la Corte” entre la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) y los hoteleros, porque ese sitio es uno de los principales generadores de recursos económicos por el número de turistas que lo visitan de todo el mundo.
Pero se trata de un área protegida, más de 600 hectáreas preservan animales y mangle que vale la pena conservar. Por ello, las autoridades se han propuesto luchar por su preservación, apoyadas en dos decretos. El primero de ellos se firmó el 23 de abril de 1981, en el que se declara Parque Nacional a Tulum y se expropia el área; el segundo tiene fecha del 8 de diciembre de 1993, y en él se declara zona de monumentos arqueológicos al área Tulum-Tankah.
Lo que los visitantes pueden corroborar es que el Parque Tulum reporta en buen estado de conservación los ecosistemas de dunas y su humedales.
La delegada Velázquez Morlet asegura que para preservar este legado se planea un corredor cultural, y de esta forma hacer frente a la visita masiva de cinco mil personas por día.
Por lo pronto, ya existen veredas para evitar que los turistas se suban a los basamentos arqueológicos. Previendo eso, en breve ampliaremos la oferta al público.
“Intentaremos repartir la presión sobre Tulum, invitando a los visitantes a que conozcan otras zonas arqueológicas que están muy cercanas de aquí, como Cobá”, subraya la titular de la delegación estatal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Adriana Velázquez Morlet.
“Magnificencia”
– En breve se ampliará la información sobre Tulum: en un sala se dará una muestra de cómo era en los años 20 a través de una exposición fotográfica, además de la proyección de un audiovisual.
– La muralla descubierta es parte de la arquitectura de Tulum que impresionó a los españoles cuando la vieron por primera vez. Se dice que durante le expedición de Juan de Grijalva, el cronista Juan Díez, al ver la ciudad amurallada, la comparó con la “magnificencia” de Sevilla. (Fuente: Milenio)
