CANCÚN, MX.- La ley antiobesidad que entró en vigor ayer y que tiene como objetivo evitar que los infantes consuman comida chatarra en las escuelas, de poco sirvió debido a que sigue vigente la venta de los alimentos ricos en grasa como los antojitos de la región y las frituras, toda vez que la autoridad sanitaria federal autorizó diversas modificaciones en el contenido calórico y en las presentaciones de los productos como las botanas a las grandes empresas.
Sin contar que la autoridad educativa del estado subrayó que la venta de hamburguesas y antojitos de la región como salbutes, panuchos y empanadas se seguirá permitiendo en los planteles al ser parte de la cultura y la dieta diaria.
En tanto, el primer día de clases transcurrió sin mayores contratiempos, niños llegando minutos después de la hora de entrada a los cuales les permitieron el acceso al reactivarse las actividades académicas después de las vacaciones y sin ausentismo, de acuerdo a las autoridades.
La subsecretaria de Educación, Guadalupe Contreras Castillo, afirmó que no hubo ausentismo de los alumnos ni del personal docente, toda vez que los últimos recibieron el pago de la segunda parte del aguinaldo.
En cuanto a la entrada en vigor de la ley antiobesidad informó que todos los directores, concesionarios de las tiendas escolares y supervisores tenían conocimiento, por lo tanto no fue algo que los tomara por sorpresa.
Sin embargo, los nuevos lineamientos para el expendio de alimentos y productos a los estudiantes de preescolar, primaria y secundaria, servirá muy poco a los propósitos de la Secretaría de Salud (Ssa) federal que tiene como meta disminuir con dicha política la incidencia de niños con sobrepeso u obesidad debido a que la misma autoridad otorgó diversas concesiones a las grandes empresas de frituras y botanas, ya que les permitió hacer modificaciones a la presentación de los productos para poderlos comercializar en los planteles educativos.
Al respecto, la subsecretaria de Educación en la zona norte, Guadalupe Contreras Castillo, aseguró que la eliminación de la comida chatarra en los centros escolares tomó otra dimensión, toda vez que se pensaba que las papitas, frituras y golosinas, iban a desaparecer de las tiendas, sin embargo sólo hubo modificaciones en los ingredientes y en las porciones.
“Seguirán habiendo las botanitas y golosinas que nuestros hijos acostumbran comer”, afirmó la funcionaria, pero “los refrescos salen de manera definitiva”.
Al ser cuestionada sobre el tipo de sanción que se aplicará a los concesionarios de las tiendas escolares que incumplan con la nueva normatividad, aseguró que la autoridad educativa tiene la facultad de revocar la concesión.
Aunque el primer paso es que el consejo de participación social se reúna de forma permanente, además de vigilar que se cumpla la ley en las tiendas escolares, por lo que ante cualquier irregularidad que detecten los integrantes están obligados a denunciarlo a la autoridad educativa.
Contreras Castillo explicó que las tiendas escolares fueron licitadas antes de que se dieran a conocer los lineamientos y los candados para el expendio de los alimentos y frituras en las escuelas.
Insistió que es importante que los padres de familia participen de forma activa, debido a que el cambio de hábitos alimenticios tiene que iniciar en el hogar y ser reforzada en la escuela, toda vez que los menores tendrán acceso a las frituras, botanas y golosinas en cualquier lugar. (Fuente: El Periódico)