CANCÚN, MX.- Amantes de la vida marina, especialmente de los tiburones, presentaron una propuesta a las autoridades ambientales federales para que en Playa del Carmen se considere como un área de “no pesca” y se conserve como un refugio la zona donde llegan los tiburones a descansar antes de parir en la temporada de invierno como una medida de protección a la especie.
Además de tener como objetivo impulsar un nuevo segmento de turismo a mediano y largo plazo, debido a que consideran que Quintana Roo es un estado joven, que debe explorar otras alternativas.
Buzos de Cancún como Alberto Friscione y Armando Gasse, coinciden en que no se debe permitir que se satanice a los tiburones luego del accidente que se suscitó con una turista en las playas de la zona hotelera.
Alberto Friscione habló de la experiencia que vivieron en las Bahamas al considerarse un amante de los tiburones, por lo que gusta viajar a diversas partes del mundo buscando la convivencia con dichos ejemplares marinos.
Además destacó que están promoviendo para que se declare como un refugio la zona donde llegan los tiburones en Playa del Carmen antes de dirigirse a las reservas a parir, dijo que no se puede permitir que desaparezcan de la faz de la Tierra, sobre todo ahora que se puede convivir con ellos.
“Yo creo que Quintana Roo es un estado joven, pero maduro donde se debe ofrecer diversas opciones además de discotecas, como paseos en canoas, cayac, tirolesa, tiburón ballena y paseos en el área de los tiburones toro como deporte extremo”, afirmó el especialista.
Por otra parte, señaló que considera a las Bahamas como el “reinado de los tiburones”, debido a que en ese lugar se puede alimentar a los escualos sin sentir temor de una agresión de su parte, pese a que los tocan, pero que tampoco se puede olvidar que son depredadores por naturaleza y salvajes, por ello hay que tratarlos con respeto.
En esta ocasión dijo que fueron en busca del tiburón tigre, que es una de las especies más polémicas, toda vez que años atrás cuando hacían referencia a dicho animal, los pescadores reaccionaban como si se les hubiese aparecido el “diablo”.
Explicó que la bahía denominada Tiger Beach, en las Bahamas, Eli Martínez, experto en la materia desde hace varios años alimenta a los escualos, por ello los llevó a experimentar otro nivel de convivencia con los tiburones.
Dijo que es momento de romper los paradigmas, pues después de varias décadas de dedicarse al buceo afirmó que comprobó una vez más que los tiburones no son agresivos, además de que se trata de uno de los eslabones más importantes de la cadena alimenticia del ecosistema marino.
Puntualizó que el principal peligro que enfrentan los escualos es desaparecer de los océanos, por la falta de leyes que los proteja.
En cuanto al caso de la turista señaló que se trató de un accidente donde se encontraron dos seres de diferentes mundos, y la visitante no supo cómo reaccionar ante el hecho, mientras que el tiburón se sintió agredida, toda vez que se estima que estaba por parir.
Recalcó que no se puede seguir satanizando al tiburón, ni afectando la actividad turística, toda vez que medios internacionales han magnificado el accidente como un ataque, al dar información que hay tres personas lesionadas.
Afirmó que en las costas de Cancún no se ven regularmente tiburones, mientras que hace 25 años era común observarlos en la laguna, toda vez que la especie denominada Toro busca aguas bajas y cálidas para parir.
Sin embargo, señaló que el mismo ser humano los fue alejando con los grandes desarrollos, que modifican el ecosistema marino.
Mala imagen
Por su parte, el buzo Armando Gasse destacó que no se puede permitir acabar con los tiburones, por el estigma que la población tiene de los escualos, que se ha creado con las películas, ya que gracias a ello, se les tienen pánico, terror y fobia.
Destacó que de acuerdo a su experiencia reciente en las Bahamas, donde estuvieron por cinco días conviviendo con esta temida especie, pudo comprobar en otros lugares sí protegen a los tiburones por lo que representa en el mar, además de que es aprovechado como un atractivo turístico.
Afirmó que el mayor ingreso de las Bahamas es por concepto de turismo y el porcentaje más alto se debe a los visitantes que van especialmente a nadar con tiburones.
Por lo tanto consideró que el manejo que se ha dado a la información sobre el accidente que tuvo una turista con un escualo en las playas de Cancún no está haciendo bien al destino, pues afirmó que en ningún momento se puede catalogar como un ataque.
Dijo que los animales temen más a los humanos, pero que en ningún momento atacan hasta que se sienten amenazados, toda vez que desde su experiencia afirma que los tiburones son dóciles y gentiles, incluso la tintorera y el blanco que son considerados los más peligrosos.
Informó que en Quintana Roo, un grupo de buzos están impulsando una iniciativa para que los tiburones sean protegidos, pues de no lograrse una reserva como tal en la zona de Playa del Carmen, donde se ha localizado un área que utilizan los escualos para parir, por lo menos se considere como un lugar de refugio y se prohíba la pesca.
Explicó que en Playa del Carmen hace cuatro años se identificó un área donde llegan los tiburones toro antes de dirigirse a la Bahía de la Asunción, en la del Espíritu Santo o en la barrera arrecifal.
Armando Gasse, señaló que el cien por ciento de las especies que arriban a la zona son hembras y más del 60 por ciento están preñadas, por lo que suponen que vienen a parir en las costas buscando aguas bajas y cálidas.
Sin embargo, al tener conocimiento los pescadores se dieron a la tarea de capturar a los tiburones, lo que está afectando la reproducción de la especie y que cada vez se observe un menor número de ejemplares.
Indicó que es una realidad que en México no hay una protección como tal de los tiburones, lo que es peligroso debido a que los mares se están quedando sin depredadores naturales, toda vez que los escualos limpian el ecosistema marino.
En tanto subrayó que insistirán para que por lo menos en Playa del Carmen se decrete el área de no pesca con tal de proteger a las especies, además de que en un futuro se pueda convertir en un verdadero atractivo turístico, sin embargo manifestó que el problema es la falta de respeto a la naturaleza, especialmente de los pescadores.
Explicó que a pesar de que existen diversas especies con tiempos de veda como los caracoles y langostas por ejemplo, son pocos los pescadores que en verdad respetan las normas y las leyes.
Mientras que en lugares como en las Bahamas los pescadores y prestadores de servicios tienen un estricto respeto a los tiburones, especialmente al ser su principal fuente de ingreso.
En tanto aseguró que en la zona de Cancún es muy difícil que haya tiburones y agregó que a lo largo de varios años de bucear en las aguas del Caribe mexicano, no ha tenido la fortuna de encontrarse con frecuencia con un escualo en Cancún y los que han visto en la zona tienen anzuelos o alguna otra marca de los pescadores.
Puntualizó que para los buzos el hecho de poder observar a un tiburón, significa lo que para un futbolista anotar un gol.
En tanto, reiteró que el hecho registrado en Cancún fue aislado y que hay que tomarlo como un accidente y no un ataque, toda vez que no se puede proyectar la imagen de Cancún como un lugar donde hay ataques de tiburones. (Fuente: El Periódico)