CANCÚN, MX.- El gobierno municipal de Cancún no tiene margen de maniobra. Con una deuda bancaria de mil 450 millones de pesos y un déficit de pago a proveedores de 200 millones de pesos, la nueva administración del Ayuntamiento Benito Juárez no cuenta con espacio suficiente para el manejo de recursos.
De acuerdo con la Contraloría municipal, existen también más de 18 procesos judiciales en contra del gobierno que generarán perdidas en pago a presuntos afectados por la comuna benitojuarense.
Bajo ese contexto y de acuerdo con el presupuesto estipulado para este año de 2 mil 100 millones, el nuevo gobierno tendrá no sólo que recortar nómina sino reajustar su estructura financiera poder salir adelante en los primeros cuatro meses de administración.
En números, la nueva administración heredó de forma integral una deuda pública de 759 millones de pesos neta. A esta cantidad se le deben sumar los pasivos en el banco y la falta de recaudación para obtener los mil 450 millones de pesos.
Esto último es uno de los puntos neurálgicos para la nueva comuna. Al llegar el mes de abril el Ayuntamiento Benito Juárez presentaba un déficit de 220 millones de pesos por concepto de recaudación de impuestos.
Lo anterior significa que los contribuyentes dejaron de pagar sus impuestos y las proyecciones hechas por la anterior administración, ni siquiera estuvieron cerca de cumplirse.
Parte del problema se basa en la credibilidad, misma que en la actualidad ha perdido por completo la ciudadanía cansada de tener calles en mal estado, servicios públicos a medias y nula infraestructura en el municipio.
Y al tener un déficit en materia de recaudación, el gobierno municipal también tiene un rezago considerable. De acuerdo a la cifra entregada a la Tesorería del nuevo gobierno como parte de la transición de poderes, el rezago histórico que tiene la comuna en concepto de impuesto predial, alcanza los 503 millones de pesos.
En el desglose, la deuda tiene varios puntos que por más analizados que sean, no tienen una justificación para crear un problema mayúsculo. Por ejemplo, de la deuda de 759 millones de pesos adquirida por la administración 2008-2011, una porción de 230 millones de pesos corresponde a un crédito para el proyecto de recuperación de playas que se llevó a cabo a fines de 2009.
A la par de esos 230 millones, el gobierno que encabezaba en esos momentos Gregorio Sánchez Martínez, contrató un crédito más por la cantidad de 229 millones de pesos para una supuesta obra pública.
En lo que respecta al crédito para la recuperación de playas (230 millones), en teoría los recursos se invirtieron en ese rubro. Sin embargo, los 229 para obra nunca llegaron a aterrizarse para esta materia.
En realidad, quedó al descubierto que cerca del 80 por ciento de esos recursos fueron utilizados para el gasto corriente del municipio y quienes impulsaron esto fueron Sánchez Martínez y el alcalde suplente Jaime Hernández Zaragoza.
Asimismo y sin importar el endeudamiento generalizado, la anterior administración logró un tercer préstamo del orden de 300 millones de pesos como crédito revolvente para caso de contingencias. Este dinero, nunca fue utilizado para emergencias y si para cubrir la nómina del gobierno municipal.
Y es que por mes, la comuna benitojuarense requiere de 90 millones de pesos para cubrir el pago de sueldos y compensaciones, lo cual significa el 50 por ciento de los gastos operativos. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)