CANCÚN, MX.- Al mando del general Brigadier, Luis Rodríguez Bucio comandante de la Guarnición Militar de Cancún, elementos del Ejército llevaron a cabo un sorpresivo operativo en Playa Delfines, en donde se dieron a la tarea de revisar a vendedores ambulantes de la zona, que operaban con radio de comunicación en mano, herramienta indispensable para rendir cuentas a sus protectores ligados al crimen organizado, a quienes les pagan narcocuotas o “derecho” de piso por vender en la Zona Hotelera.


En el transcurso de la mañana elementos del Ejército realizaron un sorpresivo recorrido por la Zona Hotelera, bajo el mando del comandante de la Guarnición Militar, general Luis Rodríguez Bucio.
Al estar a la altura de Playa Delfines, detectaron que uno de los vendedores ambulantes que se ubican en Playa Delfines, portaba un radio de comunicación.
Esto, le pareció sospechoso y extraño al general Rodríguez Bucio, quien dio la orden para que sus elementos se detuvieran en el lugar para averiguar por qué el vendedor usaba un radio de comunicación.
No obstante, al no encontrar motivo alguno para detener a nadie, los militares se retiraron del lugar para continuar con su recorrido.
La presencia de vendedores ambulantes, representa una pérdida para comerciantes establecidos, quienes ven una gran pérdida de ingresos con ese tipo de competencia desleal.
Lo anterior fue dado a conocer por locatarios de Plaza Tequila, ubicada a la entrada de Playa Tortugas, quienes manifestaron su total rechazo ante la apatía de las autoridades competentes, mismas que, según manifiestan, realizan operativos sólo “de boquita”, porque nunca han visto a personal de Fiscalización ni Zona Federal en recorridos antiambulantaje.
En Playa Tortugas se platicó con varios comerciantes del área, quienes prefirieron no revelar sus nombres por temor a represalias y porque, según dijo uno de ellos “para qué decir quiénes somos si de todos modos las autoridades no nos van a hacer caso, lo único que podemos sacarnos es un disgusto”.
Francamente molestos por la situación que viven a causa de los ambulantes, señalaron que los informales venden prácticamente de todo, desde kibis y bolsas de fruta picada hasta sarapes, lentes, bisutería e incluso puros habanos, que obviamente consiguen en el mercado negro, puesto que carecen de los hologramas oficiales que demuestran que pasaron por la Aduana.
“Es como intentar derribar una pared con las manos, todo lo que tenemos nosotros en nuestros locales lo venden ellos en las playas, nos hacen una competencia desleal porque como ellos no pagan impuestos ni tienen permisos, siquiera, pueden ofrecer la mercancía a precios más económicos… vaya si hasta bloqueadores para el sol andan vendiendo a los turistas”, lamentó uno de los entrevistados.
El cual añadió que para colmo, los ambulantes permanecen en las playas hasta las siete o las ocho de la noche, hora a la que los establecidos cierran sus locales, lo que provoca pérdida en las ventas de hasta un 80 por ciento.
“Es cierto que algunas personas prefieren comprar en negocios confiables porque nosotros garantizamos la devolución del efectivo o cambio del artículo si sale defectuoso, pero la realidad es que cuando logramos vender ese 20 por ciento restante es por la sencilla y simple razón de que en esos momentos no hay ambulantes o son de los que ofrecen frutas y otros antojitos, que afortunadamente no representan competencia para nosotros, ya quisiéramos que se dedicaran exclusivamente a vender comida, entonces no nos afectaría tanto”.
Respecto a las expectativas de cara a la temporada de verano, confían en que con la llegada de las vacaciones se vea un incremento en la presencia de visitantes.
“Ahora mismo no vemos un repunte de turismo, muchos pasan por aquí delante pero van a abordar los barcos que llegan a Isla Mujeres y de manera excepcional, alguno se para a mirar la mercancía y con un poco de suerte compra algo, espero que cuando haya más afluencia las ventas suban, aunque en estos meses viene mucho turismo nacional y aunque algunos paisanos son buenos compradores, por lo general la mayoría compran chacharitas, pequeñeces y no gastan mucho”. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)

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