Nunca segundas partes fueron mejor y esto parece pasar con Candelaria Ayuso Achach.
Y es una cosa es Magali Achach y otra Candy Ayuso.
Tras la derrota del PRI, en las pasadas elecciones, que le impidieron a Candita ser regidora, la hija del ex alcaldesa trata de emular su mamá, llevando acarreados a actos del Gober.
Sin embargo, su poder de convocatoria en mínimo y sus porras carecen de enjundia, lo que termina desmereciendo el esfuerzo de la segunda de la dinastía Ayuso-Achach, en su afán de entrar en el difícil mundo de la grilla.
Y dicho sea de paso, cómo cambian las cosas, pues su madre, Doña Magali, como parte del grupo político contrario, hace algunos años, se dedicaba a hacerle la vida de cuadritos al entonces gobernador, Miguel Borge Martin, tío del actual Mandatario estatal
Doña Magali cobró tanta influencia, que años fue hasta Alcaldesa de Cancún.
Dicen, que ése también es el sueño de Candita, pero en contraste ha optado por otra clase de porrismo: el de echare porras.