Vaya que es aferrado Roberto Borge
Por nada del mundo se atrevió a retirar de su agenda el festejo del campeonato de los Tigres de Quintana Roo de la Liga Mexicana de Beisbol.
El domingo, el día del festejo, México aún estaba en luto nacional, decretado por el Presidente Felipe Calderón, por la tragedia de Monterrey.
Pero fue evidente, por qué Beto, pasó por alto el hondo pesar de los mexicanos. Más que un festejo de Tigres, pareció un acto proselitista del PRI, encabezado por el Gobernador.
La figura principal de los festejos fue el Gobernador, que lució más que el “vaquero” Franco, “Willie” Romero o Pablo Ortega.
Apenas, en la semana fue duramente criticado por el despliegue para encontrar su mascota “Simón”, pero este domingo incurrió en excesos.
También lucieron este festejo, la presidente del PRI, Laura Fernández y los diputados priistas, Paul Carrillo y Fredy Marrufo y de “colado” el Alcalde de Cancún, Julián Ricalde, que sacó una vez más el priísta que lleva dentro.
Y como nada podría perturbar tan sublime emoción, hubo también una fuerte operación para minimizar la libertad de Gregorio “Greg” Sánchez.
La orden fue rotunda, que “Greg” no figurara en los medios.
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