Cuando parecía que ya había cesado la arremetida contra medios y periodistas, se presentó un nuevo golpe contra la libre expresión en Quintana Roo.
La periodista Graciela Machucha, fue detenida por el delito de daños, en relación a un accidente automovilístico en el que se vio involucrada hace unas semanas en Felipe Carrillo Puerto.
Aunque la periodista ya había garantizado el pago de los daños, con el seguro que cuenta ante estas eventualidades, el Ministerio Público solicitó la orden de aprehensión y el Juez se la obsequió “ipso facto”.
No habría razón para detenerla, menos si todo se reduce a daños, además ya garantizados, a menos que se tratara de una represalia contra la periodista.
Lo cierto es que Felipe Carrillo Puerto hay un clima de linchamiento contra Graciela Machuca, en particular por parte de la Subprocuradora, María de Jesús Loeza Cachón, que quedó mal parada tras el proceso contra la indígena Basilia Ucan, contra quien procedió injustamente.
Graciela Machuca reveló la arbitraria actuación de Loeza Cachón, que ahora desde la Subprocuraduría tiene los medios para “cobrárselas” a la periodista.