CANCÚN, MX.- Un elemento de Fuerza de Respuesta y Apoyo Inmediato (FRAI), disparó al piso para amedrentar a los escoltas del presidente municipal Julián Ricalde Magaña, cuando este visitaba a sus padres en Villas Toscana. El alcalde descartó que se tratara de un ataque orquestado directamente contra él, sino fue producto de una mala preparación.
De tal grado fue el show, que la bala pasó rozando por la pierna de uno de sus elementos de seguridad, por lo que el propio alcalde tuvo que ordenar personalmente a los policías municipales que se retiraran, pues los judiciales estatales ya habían pedido refuerzos.
En entrevista en el albergue en la colonia Cetina Gasca de Puerto Morelos, el alcalde narró que después de la sesión del Consejo de Protección Civil, acudió a visitar a su padre enfermo de dengue y a su señora madre que no camina por sus propios medios, en su domicilio ubicado frente al parque Kabah.
Llegó a esta casa a bordo de su camioneta blindada y como siempre sus escoltas se quedan afuera; entonces arribó un convoy de la FRAI a los que mediante los parlantes del vehículo del Ayuntamiento se avisó quiénes eran con la clave 85, pero a pesar de esto, uno de ellos realizó un disparo al suelo, aunque otras versiones indican que trataban de detener a los guardias de Julián, identificados como Horacio Olán, Isaías Rosales Valenzuela y Carmen Arellano.
La detonación causó temor entre los vecinos, por lo que llega la Policía Municipal procediendo a la detención del judicial, mientras Julián Ricalde habla con el encargado del grupo de judiciales.
Sin embargo, según la narración de Ricalde Magaña, llegan los refuerzos y las cosas comienzan a salirse de control, por lo que él mismo ordena el retiro de los uniformados municipales.
No fue un ataque directo
Alrededor del mediodía el número de emergencia 066 recibió una llamada anónima en la que alertaban que sobre la avenida Kabah, frente al parque del mismo nombre, se había descompuesto una camioneta Suburban de color blanco, de donde descendieron tres personas armadas.
Apenas unos minutos después que el director de Policía Judicial del Estado había dado una entrevista, varias patrullas comenzaron a salir con las torretas encendidas e indicaron que se dirigían al parque Kabah, porque había presuntos sicarios.
En una parte de su narración de los hechos compartido a los reporteros, dijo que en un momento hubo disposición de los elementos de la FRAI por parar el conato de bronca, pero cuando llegaron sus refuerzos las cosas suben de tono. “Yo preferí que no retiráramos, porque no valía la pena que alguien saliera lastimado; pero sí se armó un show”.
Señaló que reportó las cosas al gobernador y al procurador y éste último le informó que el elemento ya ha sido dado de baja y consignado.
NO FUE UN ATAQUE DIRECTO
Aclaró que no se trató de un ataque directamente contra él como se había ventilado, pues estimó que es parte de la “mala preparación de la Policía. Los hay en todos lados y eso no tiene por qué echar a perder la buena relación que hay entre las corporaciones”, relató Ricalde en tono preocupado.
De acuerdo a versiones de la Policía Municipal, uno de los judiciales disparó contra los guardias del alcalde sin mediar explicación y a punto estuvo de herir a uno en la pierna.
El judicial que durante la administración de Adrián Samos Medina fue policía preventivo, entendía perfectamente las claves por lo que desde el parlante de otro de los vehículos blindados del alcalde, le decían a Gonzalo 54… 54 (pendiente) somos 85 (policías), en tanto el ahora agente de la Policía Judicial del Estado ignoraba las indicaciones disparando contra las personas que para él eran unos delincuentes.
La confrontación subía de tono cuando Ricalde Magaña intervino ordenando la detención del Judicial que había disparado contra su guarura.
Sin embargo, cuando el judicial era dirigido a una de las patrullas de Seguridad Pública, los demás judiciales se enardecieron y jalaron a su compañero evitando que los preventivos lo detuvieran y lo presentaran ante el agente del Ministerio Público del Fuero Común y, a la vez, intentaron detener a los escoltas Horacio Olán, Isaías Rosales Valenzuela y Carmen Arellano. (Fuente: diario Quequi)