CANCÚN, MX.- Ante los engaños e incumplimientos en los que incurren los módulos pirata que ofrecen en la vía pública paseos turísticos y venta de tiempos compartidos, la Procuraduría Federal del Consumidor recomienda que este tipo de servicios se adquiera en el comercio legalmente establecido, esto es, en agencias de viaje con un domicilio fijo, en virtud de que los módulos que se colocan en cualquier parte, tanto de la ciudad como de la zona hotelera, no garantizan su permanencia en el lugar donde el turista los encontró.
Gustavo Fernández Hernández, jefe del departamento de Verificación y Vigilancia de la Profeco, reconoció que no todos los módulos que se ubican en la vía pública pueden considerarse como piratas o patito, ya que hay agencias de viaje establecidas que con objeto de ampliar su ámbito y captar un mayor número de clientes, cuentan con los permisos necesarios para instalar módulos en determinados lugares.
No obstante, para garantizar al consumidor la legalidad de sus servicios deben cumplir con algunos puntos como son el tener a la vista los precios de todos los tours y actividades que ofrecen, tanto en moneda nacional como en dólares y entregar a quienes adquieran uno de estos servicios una nota de venta que establezca claramente quién es la empresa, qué comercializa, en qué consiste el servicio ofrecido y, sobre todo, el domicilio de la agencia de viajes establecida para la que trabaja el módulo.
“Desgraciadamente muchos módulos entregan notas de venta que también son patito puesto que no figura el domicilio de la agencia de viajes, al no tener un negocio real bajo el que sustentarse y ante un caso de engaño al consumidor, existe comisión de un delito y el afectado debe presentar su denuncia ante el Ministerio Público para las investigaciones correspondientes, pero quiero dejar bien claro que es competencia del Ayuntamiento verificar si los módulos son o no son legales”.
Recordó que además de los módulos pirata que ofrecen servicios inexistentes, cobran a los consumidores por el derecho de adquirirlos y posteriormente se esfuman a fin de evitar posibles reclamos, para operar en otro lugar diferente, existen igualmente supuestas empresas intermediarias en la prestación de servicios turísticos que engañan a los clientes.
“Por lo general enganchan al consumidor, le preguntan si va a viajar y a dónde y le engatusan con el argumento de que pueden conseguirle los mejores precios en hoteles, restaurantes, aerolíneas, paseos, etc., pero suelen incumplir con lo ofrecido, desaparecen de un día para otro y se llevan el dinero de los clientes, por lo que se recomienda a la ciudadanía extremar sus precauciones”.
Fernández Hernández agregó que otro modo de operar de estos estafadores es llamar por teléfono a sus víctimas e indicarles que se han ganado un premio y para recogerlo necesitan acudir a determinado lugar, como un restaurante, el salón de un hotel o algún otro espacio que previamente han rentado por unos días.
“Una vez que los supuestos ganadores del premio llegan, se les imparte una plática determinada, les piden su tarjeta de crédito y una identificación oficial porque para que puedan hacer efectivo el premio deben primero comprar un tour o algún otro servicio, hacen un cargo a la tarjeta del consumidor y posteriormente desaparecen”.
El jefe del departamento de Verificación y Vigilancia exhortó a los ciudadanos que reciban una llamada telefónica de esta índole a dar aviso de manera inmediata a la Profeco, a fin de que la dependencia federal pueda actuar a la brevedad.
A pregunta expresa, el funcionario manifestó que durante este año no se ha recibido ninguna queja por esta causa, aunque esto no significa que alguna empresa de este tipo pueda estar trabajando actualmente en Cancún, mientras que en el 2010 y 2011 se captaron un promedio de 20 quejas en este concepto. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)
La principal limitación con Profeco es que toda la información que se necesita proveer es por escrito. Normalmente, ninguna de las promesas usadas en las técnicas de venta del fraude en tiempo compartido está por escrito. Los desarrollos de tiempo compartido tienen equipos legales que actualizan periódicamente sus contratos para proteger a su personal. Frecuentemente incluyen acuerdos en los que los clientes colocan sus iníciales o firma, donde dicen estar de acuerdo que no se les hizo ninguna promesa verbal.
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