César Augusto Castillo Pech dijo que son 10 equipos de “alcoholimetría” los que funcionarán para el programa, y aquel conductor que rebase el .04 grados de alcohol será puesto a disposición del juez.
CANCÚN, MX.- Mientras el Grupo Aeroportuario del Sureste (Asur) inició la difusión del programa Conduce sin alcohol en las salas de llegadas del Aeropuerto Internacional de Cancún, el sector restaurantero prevé una caída de 20% en sus ventas y una disminución en la afluencia de turistas al centro de la ciudad en medio del inminente arranque de la temporada vacacional de verano.
Ante este panorama, la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) ya busca medidas que contrarresten esta caída e incluso incrementen sus operaciones durante las próximas semanas, pues sus afiliados están conscientes de que tendría un impacto negativo en sus operaciones.
De acuerdo con la presidenta de la Canirac en el destino, Gabriela Delgado Tiempo, es un hecho que este tipo de medidas requieren cierto tiempo para que la gente se acostumbre a ellas, sobre todo porque hay mucha desinformación sobre el tema del alcoholímetro, tanto entre la población como entre los turistas.
INCENTIVOS Y BRAZALETES
La restaurantera adelantó que el sector está recopilando diversas propuestas que incentiven sus ventas, entre las que destaca la colocación de un brazalete a quien fungirá como conductor designado, el cual le permitirá a los meseros identificarlo y evitar que ingiera bebidas embriagantes, así como contratación de grúas y choferes por parte de restaurantes y empresas que manejen alcohol, incluyendo contactos con taxistas y valet parkings.
En el caso de la Asociación de Empresarios de la Avenida Yaxchilán, que también encabeza, indicó que algunos negocios darán también descuentos especiales, aguas, refrescos e incluso cena gratis al conductor designado, lo cual dependerá directamente de cada establecimiento al igual que con los restauranteros.
Sin embargo, consideró que lo más importante es que las autoridades garanticen que durante los operativos se respetarán los derechos humanos de los infractores, pues no se vale que el programa sea utilizado como medio de intimidación o para mermar la actividad económica, ya que hoy en día los restauranteros operan apenas al 60% de su capacidad instalada y su proyección es llegar a 80% durante el verano. (Fuente: Enfoque Radio)