Más que cualquiera de los candidatos, el protagonista principal del proceso electoral en Quintana Roo, fue el Gobernador Roberto Borge.
No escatimó en nada, para cumplir la exigencia de llevar el mayor número de votos en favor de Enrique peña Nieto. Por tres meses dejó de ser Gobernador y fue un abierto promotor del PRI y de su candidato Presidencial.
Pero, no sólo alentó, al filo de la legalidad, a los candidatos priistas, si no arremetió contra los adversarios de mayor peligro para el tricolor. A uno lo sacó de la contienda y otra, le enderezó tremenda guerra sucia.
Con Borge, toda la fuerza del estado fue para Peña Nieto en Quintana Roo.
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