CANCÚN, MX.- Como todo un centro proveedor de cocaína y marihuana de “Los Zetas” funcionaba el “narco-laboratorio” del fraccionamiento “Santa Fe” porque operaba tres narco-rutas de distribución a gran escala que abarca desde la Zona Hotelera, el centro de la ciudad y hasta Playa del Carmen.
CANCÚN, MX.- Autoridades del Ministerio Público Federal consignaron a Javier López Lara y Jorge Luna Espinosa ante un juez de distrito la tarde de este jueves acusados por violación a la Ley Federal de Armas y Explosivos de Uso Exclusivo de las Fuerzas Armadas, además de delitos contra la salud en su modalidad de posesión y venta de enervantes. Se espera que más delitos sean anexados a sus expedientes.
Javier López Lara y Jorge Luna Espinosa fueron detenidos en residencial Santa Fe cuando se disponían a cambiar de domicilio en posesión de un mini arsenal, droga y equipo para confeccionar enervantes.
La tarde de este de jueves, Javier López Lara y Jorge Luna Espinosa fueron trasladados a la cárcel pública en medio de un fuerte operativo, en donde fueron puestos a disposición de un juez de distrito por los violación a la Ley Federal de Armas y Explosivos de Uso Exclusivo de las Fuerzas Armadas, además de delitos contra la salud en su modalidad de posesión y venta de enervantes.
Autoridades del caso, afirmaron que hasta el momento se les imputarán estos dos delitos a la espera de que más transgresiones sean integradas en su expediente, puesto que al estar confesos y asegurar que formaban parte del grupo delictivo de “Los Zetas” podrían ser juzgados también por nexos con el crimen organizado y/o lo que resulte.
Apenas la tarde del martes los elementos del Ejército realizaron el eficaz operativo que derivó en la captura de dos personas que transportaban un cuantioso cargamento que contenía armas y cientos de balas de alto calibre, droga (clorhidrato de cocaína), marihuana y dos camionetas, así como una motoneta.
Javier López Lara y Jorge Luna Espinosa fueron detenidos el pasado martes por la tarde por el Ejército frente a un domicilio ubicado en residencial Santa Fe, manzana 12, lote 7, de la calle Zafiro, a escasos metros de la avenida Gran Santa Fe, en donde de inmediato afirmaron pertenecer al violento y peligroso grupo criminal de “Los Zetas”.
Señalaron que el domicilio residencial se convirtió en un activo “centro de maquila” (producción) de droga, por lo que al revisar el lugar fueron encontradas básculas grameras digitales, máquinas selladoras, elaboradas de forma rudimentaria, y ciento cincuenta mil bolsas de plástico usadas para envasar cocaína y marihuana.
Durante la operación militar, y al verse descubiertos los inquilinos de la vivienda mencionada lograron recibir algún tipo de aviso, porque el interior del domicilio se encontraba prácticamente vacío y sin muebles, por lo que como pudieron lograron acomodar todo para intentar huir del lugar a bordo de dos vehículos, entre ellas la camioneta tipo Ram, de color negro y con placas de Veracruz, XN05585, así una camioneta, tipo Estaquitas, con placas SZ28562 de Quintana Roo, en donde se había acomodado el equipo criminal que se encontraba en uso y a disposición de la narcocélula.
Al ser sometidos por elementos del Ejército y realizar una inspección ocular, se halló una caja negra de plástico en donde al interior se descubrió el equipo criminal que es usado para la producción y procesamiento (maquila) de cientos de dosis de cocaína y marihuana. Asimismo, en el compartimiento especialmente usado por la célula criminal, fueron hallados más de medio kilo de cocaína pura y en pasta (clorhidrato de cocaína) y otra cantidad similar de marihuana.
Sumado a ello fueron ubicadas varias armas largas o rifles de alto poder, conocidas como AK-47, conocidas también como “Cuerno de Chivo” que usan cargadores con balas de grueso calibre, usados por los sicarios del crimen organizado.
Les fue encontrado un mini arsenal, que se constituía de cinco armas AK-47, “Cuerno de Chivo”, 57 cargadores para AK-47, 64 cartuchos útiles calibre 7.62, para AK-47, una pistola calibre .380, 45 cartuchos calibre 5.56, un cartucho calibre .9mm, 6 cartuchos calibre 380, 50 cartuchos calibre 2.22 y 6 cartuchos calibre 30-30. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)
La estratégica ubicación de la casa de seguridad, convertida en un sitio de maquila (procesamiento) de cientos de dosis de droga, era clave para el envío masivo de estupefacientes a las rutas mencionadas.
Eso es debido a que el fraccionamiento mencionado tiene vías de comunicación hacia la zona de playas, así como el primer cuadro de la ciudad y para Playa del Carmen.
Y lo mejor aún, la ausencia total de vigilancia y mucho menos de patrullaje por parte de las autoridades policíacas, lo que les facilitaba sus operaciones de distribución y entrega-recepción.
De ahí la gran importancia en el turbio negocio del narcomenudeo que opera la narcocélula de “Los Zetas” y que se vio frenada por el contundente operativo de los elementos del Ejército que culminó en la captura de dos sujetos cómplices de la delincuencia organizada. Así como del pequeño arsenal de armas y cientos de cartuchos de grueso calibre, vehículos, además de cocaína y marihuana.
La ubicación estratégica del domicilio ubicado en el fraccionamiento mencionado (Supermanzana 524, manzana 7, lote 12) resultaba estratégica para la operación del narcomenudeo. Pues desde ese sitio se realizaba la distribución a gran escala de miles de dosis de droga.
En la casa de seguridad, habilitada como todo un centro de procesamiento de cocaína y marihuana, era común observar el constante movimiento de todo tipo de vehículos, pero sin que se notara la presencia de los ocupantes del domicilio.
Sin embargo, oculta de vecinos y sobre todo de miradas indiscretas, al interior del domicilio se mantenía una incesante actividad para preparar y envasar en pequeñas bolsas de plástico, cientos de dosis de cocaína y de marihuana.
El mercado abierto de cientos de consumidores que requiere y mantiene una demanda constante de estupefacientes, estaba atendido en las tres rutas mencionadas.
Y con ello la gran producción y distribución masiva de droga se mantenía de forma precisa y sin interrupción.
La droga podía llegar de forma masiva y directa a los consumidores de la zona de playas, el primer cuadro de la ciudad y hasta Playa del Carmen.
Una gran mercado de adictos
Y prueba de ello, es que el funcionamiento de narcolaboratorios, en los que se convierten las casas de seguridad y que funcionan como centros procesamiento y de masiva distribución de droga, ocurrió en el mes de enero de este año.
Y fue en la segunda semana (11 de enero) cuando más de cuatro mil dosis de diferentes drogas fueron aseguradas por elementos del Ejército en una casa de seguridad utilizada como centro de elaboración y distribución de estupefacientes, en el fraccionamiento Porto Bello en la Supermanzana 501.
En esa ocasión el cateo inició ya entrada la noche del jueves 12 de enero y derivó de la detención de dos hombres y una mujer que viajaban a bordo de una camioneta de lujo.
Fue la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) a través de la Comandancia de la 34. Zona Militar, que dio a conocer el aseguramiento de cuatro mil 36 dosis de cocaína, marihuana y crack; por parte de efectivos militares de la Guarnición Militar de Cancún.
Además de la gran cantidad de dosis de droga, el Ejército detuvo a dos hombres y una mujer, junto con una camioneta Lincoln Mark, así como dos mini licuadoras usadas para la elaboración de drogas y dinero en efectivo.
El aseguramiento tuvo lugar en la Supermanzana 501, en el fraccionamiento Porto Bello.
Durante el eficaz operativo la camioneta fue interceptada y sus tripulantes capturados.
Las unidades militares ubicaron la casa marcada con el número 97-A del circuito Porto Vento, la cual resultó ser una casa de seguridad utilizada como centro de elaboración y distribución de drogas al menudeo.
En ese lugar, los militares encontraron cientos de dosis de drogas ya embolsadas para ser vendidas como parte de las operaciones del narco-menudeo.
Y al igual que en la casa de seguridad del fraccionamiento Santa Fe, había movimiento de personas, que se conducían con discreción.
Pues en la casa de seguridad de la Supermanzana 501, los vecinos señalaron que “vivían tres parejas, pero también llegaban varios jóvenes todos los días. Decían que eran pintores y que estaban pintando un hotel en la Zona Hotelera, uno de ellos dijo que tenía 22 años, pero que había sido papá desde muy joven y por eso tenía tatuados los nombres de sus ocho hijos alrededor del cuello. Y una muchacha muy bonita era la que se encargaba de ir a buscar la comida para todos y siempre llegaban camionetas y vehículos de diferente tipo”.
En el interior de la casa de seguridad, se pudo apreciar que vivían al menos más de tres personas en el lugar, pues las tres recámaras con que cuenta la vivienda estaban ocupadas.
Cabe señalar que durante el operativo del Ejército en el mes de enero, en la recámara del primer piso, tenía las ventanas completamente tapadas con papel aluminio y en esta habitación, se observaron algunos vendajes.
En otra de las habitaciones, se encontró una receta médica, por lo que alguna de las personas que ahí vivían estaba bajo tratamiento de antibióticos.
En la tercera habitación sobre la cama y el piso, se encontró una gran cantidad de sobres amarillos, de los utilizados para el pago de nóminas. Muy comunes en las narcocélulas del crimen organizado.
En el operativo del Ejército, realizado en el mes de enero, se aseguró lo siguiente:
– Dos mil 500 dosis de marihuana.
– 345 dosis de cocaína en piedra.
– Mil 191 dosis de cocaína.
– 2 mini licuadoras.
– Mil 100 pesos en efectivo.
– Una camioneta Lincoln Mark.
(Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)