CHETUMAL, MX.- Dos hondureños que se quedaron sin recursos económicos para continuar su trayecto a la Unión Americana, se vieron en la necesidad de entregarse a un grupo de policías municipales, luego de varios días sin probar alimentos, además de no contar con un techo donde guarecerse de las inclemencias meteorológicas. Fueron entregados al Instituto Nacional de Migración para su deportación.
Elementos de la Policía Municipal Preventiva que realizaban su recorrido al final de la avenida Insurgentes, por las instalaciones de la Expofer, observaron a dos hombres que le hacían señas con las manos, por lo que decidieron aproximarse para entrevistarlos.
Los tipos, a punto de llorar, pidieron ser detenidos y trasladados a un sitio donde les pudieran ofrecer agua, comida y un techo donde dormir, pues llevaban varios días sin probar bocado, y el frío les caló hasta los huesos durante la madrugada de ayer.
Comentaron que salieron de San Pedro Sula, Honduras, hace aproximadamente veinte días y se aventuraron con la finalidad de llegar a los Estados Unidos de Norteamérica en busca del tan ansiado sueño americano, para poder apoyar a sus familias, debido a que en su país natal la situación económica es crítica, pues no existen fuentes de empleo.
Los hondureños se identificaron como Roberto Dima Reyes y Carlos Andrés, de 23 y 19 años, respectivamente, a quienes el dinero se les agotó al ingresar a México por La Unión, ya que fueron abandonados por el “pollero”, a quien le habían pagado mil dólares para que los llevara hasta la frontera con Estados Unidos.
Abordaron la patrulla y los condujeron a las instalaciones de la Policía Municipal Preventiva para certificarlos médicamente y más tarde fueron llevados al edificio del Instituto Nacional de Migración (INM), donde se encargarán de deportarlos, además que ahí tendrán alimentos, un lugar donde asearse y dormir, en lo que se define su situación. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)

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