CHETUMAL, MX.- En una parcela situada a la orilla de la carretera Reforma-Altos de Sevilla, en una zona conocida como “El Cerro del Diablo”, fue encontrado en avanzado estado de putrefacción y con las manos atadas hacia atrás el cuerpo de José Carlos Can Puc, de 32 años de edad, secuestrado la tarde del pasado 7 de febrero en el municipio de Bacalar y por quien su padre pagó 240 mil pesos como rescate.
Cabe destacar que elementos de las Policías Judicial, Federal, Estatal y Municipal, así como la agente del Ministerio Público del Fuero Común (MPFC) fueron atacados por abejas de un apiario, por lo que bomberos con su equipo sofisticado rescataron el cadáver.
De acuerdo con los datos recabados, a las 09:30 horas de ayer, a través del número de emergencias 066, elementos de las diversas corporaciones policiacas recibieron el reporte de que en la carretera Reforma-Altos de Sevilla, municipio de Bacalar, en una zona conocida como “El Cerro del Diablo”, había una persona sin vida.
De inmediato los guardianes del orden y autoridades ministeriales se trasladaron al lugar, donde se entrevistaron con Rosa García, de 50 años de edad, y Javier Vergel Gutiérrez, de 52, quienes informaron que acudieron a su parcela, ubicada en esa zona, y al llegar a su apiario para sacar miel, en determinado momento se percataron que a aproximadamente 50 metros de donde estaban, en una brecha había una gran parvada de zopilotes que sobrevolaban muy bajo y otros estaban posados en los árboles.
Señalaron que fueron a verificar de qué se trataba y grande fue su sorpresa al ver el cuerpo putrefacto de una persona que estaba siendo devorado por las aves de carroña, por ello de inmediato abordaron su camioneta y se dirigieron a toda velocidad a Altos de Sevilla, donde dieron parte a la comandancia de esa comunidad.
En cuestión de minutos acudieron al lugar elementos de las Policías Estatal, Federal, Municipal y el Grupo Antisecuestro de la Policía Judicial del Estado, así como una agente del MPFC que sólo fue identificada como “Melva”.
Sin embargo, antes de llegar al área donde estaba el cadáver las autoridades fueron atacadas por abejas, por lo que corrieron para resguardarse; no obstante, al correr la agente ministerial cayó y ahí recibió incontables piquetes de los insectos, por lo que el comisario ejidal, Marco Antonio Arjona Leyva, y Rubén Cahuich Aguilar, cubiertos con sábanas rescataron a “Melva”, quien de inmediato fue trasladada al Centro de Salud de Bacalar.
Policías judiciales, al ver a la agente ministerial tendida en el suelo se negaron a ayudarla ante el temor de ser picados por las abejas.
Ante el ataque de las abejas, el director de Servicios Periciales solicitó el apoyo de los bomberos, quienes arribaron al sitio y con sus equipos adecuados para atrapar abejas, junto con personal del Servicio Médico Forense (Semefo), llegaron al sitio donde estaba el cadáver.
En el lugar se estableció que el cuerpo de José Carlos Can Puc, quien junto con su padre, Concepción Can Náhuatl, de 52 años de edad, se dedicaba a la compra-venta de autos usados en Bacalar, estaba a 150 metros de la carretera, en una brecha, recostado entre la maleza sobre su lado derecho, con las manos atadas con una soga y en avanzado estado de putrefacción; al parecer con una herida en el cuello, por lo que se presume que pudo haber sido degollado por sus secuestradores, pero dicha información aún no ha sido confirmada por las autoridades, pues continúan con las investigaciones.
Los peritos encontraron a un lado del cuerpo un sombrero color blanco, así como un par de chanclas color negro.
El cuerpo vestía sólo una bermuda color caqui, por lo que el sombrero pudiera ser de alguno de los delincuentes, ya que el padre del occiso dijo que éste no acostumbraba a utilizar dicho artículo.
Al lugar de los hechos llegó Concepción Can Náhuatl, quien informó que el pasado jueves, a las 18:30 horas, a su establecimiento de venta de autos, ubicado en la calle 30 con 31, en la colonia Benito Juárez de Bacalar, acudieron tres sujetos preguntando por el precio de la camioneta marca Ford, tipo Ranger, con placas TB-52-957.
Can Náhuatl dijo que los sujetos le pidieron a su hijo José Carlos que los llevara a dar una vuelta para probar la unidad, pues tenían interés de comprarla, a lo que éste aceptó, indicando entre lágrimas: “Fue la última vez que lo vi”.
Explicó que a las 16:00 horas del domingo pasado, un campesino encontró la camioneta en una brecha cerca del centro de rehabilitación denominado Zazil-Be, ubicado a la orilla de la carretera federal Bacalar-Felipe Carrillo Puerto, por lo que se procedió a la búsqueda del secuestrado, pues en un principio el padre se negó a que la Policía interviniera, argumentando que estaba en negociaciones con los secuestradores y que además no quería poner en peligro la vida de su hijo.
Can Náhuatl confesó que los secuestradores de su hijo primero le pidieron dos millones de pesos, pero les dijo que no contaba con tal cantidad; posteriormente le bajaron a millón y medio de pesos, a la tercera llamada les explicó que sólo tenía 100 mil pesos: “Me dijeron que era poco y colgaron, posteriormente me llamaron para pedir que se los entregara, después junté 90 mil pesos más, pero los delincuentes me dijeron que con 240 mil pesos se conformaban”.
Por su parte, el agente del Ministerio Público del Fuero Común, con base en Bacalar, dio fe del hallazgo del cadáver en avanzado estado de descomposición, en la comunidad de Altos de Sevilla, en las cercanías de un apiario, el cual al parecer corresponde al joven plagiado la semana pasada en la cabecera municipal de Bacalar.
Por este hecho, autoridades ministeriales iniciaron la investigación del caso de manera oficiosa, tras recibir el reporte del plagio, para dar con el paradero de los presuntos responsables de este homicidio, ante la ausencia de la denuncia de secuestro ocurrido desde la semana pasada.
Servicios Periciales trabaja con las características proporcionadas por los familiares y hasta el momento se pudo establecer de manera preliminar que el cadáver pertenece a José Carlos Can Puc, de 32 años de edad, quien fue secuestrado el 7 de febrero.
Las primeras investigaciones establecieron que ese día, a las 18:30 horas, al tianguis de autos instalado en la carretera Chetumal-Cancún, en las cercanías de Bacalar, arribaron tres personas que pretendían comprar una camioneta Ranger, color verde, y le pidieron a Can Puc que los acompañara a probarla, por lo que se dirigieron hacia la ciudad de Cancún.
Una hora y media después, desde el teléfono del hoy occiso, la familia del mismo comenzó a recibir varias llamadas en las que se les informaba que se trataba de un secuestro y que deberían entregarles dos millones de pesos para que lo dejaran en libertad.
Sin embargo, luego de varias horas de negociación, los secuestradores aceptaron 240 mil pesos para dejar en libertad al plagiado, por lo que le pidieron al padre del mismo que se dirigiera hacia la comunidad de Ucum y se estacionara en la gasolinera, no obstante, una vez que estuvo allí recibió una segunda llamada en la que le pidieron que fuera hacia Escárcega, pero al cruzar el poblado de Nicolás Bravo volvió a tener comunicación con los delincuentes, quienes le dieron la indicación que el dinero lo arrojara frente al panteón de dicho poblado y regresara hacia el sitio del primer contacto, donde sería llevado su hijo.
No obstante, lo esperó en la gasolinera de Ucum hasta la una de la madrugada del sábado y al no aparecer decidió retirarse del sitio.
La camioneta fue encontrada el pasado domingo, en un camino de terracería ubicado a espaldas de la fundación Zazil-Be, la cual es sometida a un examen pericial para encontrar más evidencias. (Fuente: Diario de Quintana Roo)