La “gran” amistad del Gobernador Roberto Borge con el presidente Enrique Peña Nieto, no más no se ve.

En la campaña presidencial, “Beto” Borge, que fue un intenso activista del PRI, presumía su muy, pero muy cercana amistad con Peña Nieto.

Sin embargo, la gran relación del Gobernador con el Presidente no es como la presumía el mandatario estatal.

Por ejemplo, el plan turístico de Peña Nieto fue presentado ayer en Nayarit, y no en Quintana Roo, que es la primera potencia del sector.

Otra. Borge había anunciado una reunión con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y terminó siendo un encuentro con el subsecretario, Luis Enrique Miranda Nava.

Una más. Borge se quedó esperando a Peña Nieto, en su Primer Informe de Gobierno.

Quizá Peña Nieto aún tiene fresca en la memoria el tremendo revés que sufrió en Quintana Roo, ante Andrés Manuel López Obrador.

O, quizá tiene muy claro el clima de confrontación que se vive en Quintana Roo, que contradice el discurso peñanietista de que el PRI ya dejó atrás el autoritarismo.

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