CHETUMAL, MX.- En los primeros minutos de este sábado, abrió de nuevo sus puertas y comenzó a funcionar la gasolinería “Servimar”, que había sido clausurada el mes pasado debido al hallazgo de un acumulamiento de combustible en el drenaje pluvial y cavernas aledañas a sus instalaciones y área de tanques de almacenamiento.
Asimismo, de nueva cuenta fue abierto al tránsito vehicular el tramo de la avenida Benito Juárez entre Othón P. Blanco y Carmen Ochoa de Merino, que permanecía cerrado desde que se encontró el acumulamiento de combustible, que en un principio se creyó que provenía de una fuga en la estación de servicio.
Después de las cero horas, las vallas que cerraban el paso en el tramo de calle que pasa a un lado de la gasolinería “Servimar” fueron retirados y colocados en la esquina, sólo para cubrir uno de los agujeros que se excavó cuando las autoridades de protección civil drenaban el combustible encontrado en el subsuelo del primer cuadro de la ciudad.
Al mismo tiempo, empleados de la gasolinería “Servimar” pusieron en funcionamiento las máquinas despachadoras, a los que ya se habían retirado los sellos de clausura que les colocaron en su momento tanto la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente como la Procuraduría Federal del mismo ramo (PROFEPA).
Sin embargo, esta reapertura de la gasolinería ocurre sin que hasta la fecha se haya dado a conocer el origen de la acumulación de combustible en el subsuelo ubicado a un lado suyo, pues desde que las autoridades estatales declararon que no existe fuga en la estación de servicio no han vuelto a dar información sobre el desenlace de sus trabajos de investigación.
Como se recordará, el pasado 19 de abril la detección de esa acumulación de combustible causó que se declarara una alerta preventiva en el primer cuadro de la ciudad, que llevó a la evacuación de empleados de las oficinas de gobierno y negocios ubicados allí, así como de viviendas y escuelas de la zona por más de 24 horas; además de clausurarse la gasolinería.
Posteriormente, técnicos de PEMEX realizaron estudios de hermeticidad a la estación de servicio y dictaminaron que el combustible no se había fugado de ella, y que se trataba de materiales que se habían acumulado en años anteriores, pues supuestamente detectaron la presencia en la mezcla de gasolina “Nova”, que dejó de producirse desde 1996.
Sin embargo, la PROFEPA colocó sellos de clausura en la gasolinería el 23 de abril, para realizar su propia indagatoria y también en sanción porque la gerencia había impedido una inspección previa a la dependencia federal, fecha desde la cual supuestamente inició un plazo de 45 días hábiles para verificar si había o no responsabilidad ambiental de la empresa.
Ahora, un mes después de la clausura federal, los sellos fueron levantados y la gasolinería comenzó a despachar combustibles de nuevo, sin que las autoridades estatales y federales hayan dado a conocer las conclusiones de su investigación sobre la extraña presencia de combustibles acumulados en el subsuelo del primer cuadro de la ciudad de Chetumal. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)
