SI se trata de elegir al político más farsante, sin duda, ganaría Antonio Cervera León, postulado por el Movimiento Ciudadano.
La postulación de este personaje ligado a los más oscuros manejos del PRI, es de entrada ofensiva a la ciudadanía.
Dos elementos desnudan a este mediocre político, metido de falso ciudadano.
De entrada, pretendió sorprender con la “bandera” de ser un ciudadano y de desprecio a los políticos, cuando, su “modus vivendi”, en de negocios con políticos, entre los que destaca, ser una especie de representante de Félix González Canto en el Dragon Mart.
Y otro elemento, que lo descubre como todo un farsante, es su campaña de retirar “pendones”, cuando en realidad, su objetivo es colocar en camellones botes de basura naranjas con propaganda de su candidatura.
Y por si fuera poco, sin el menor respeto a los ciudadanos, su partido ha invadido con “banderitas”, glorietas, jardines públicos y camellones del primer cuadro de la ciudad.
Lo peor, es que si partido alcanza el 2.5 de la votación, Cervera, de todos modos, obtendrá premio, y será regidor.