CANCÚN, MX.- Dos policías judiciales adscritos a la unidad de Recuperación de Vehículos, Benjamín Soto Apolinar (a) “El Perro”, y Edgar Manuel Pérez Ara, se vieron involucrados en un millonario robo perpetrado el pasado viernes en la Zona Hotelera.
Ambos elementos aparecen en los vídeos de seguridad del domicilio en donde fueron hurtados relojes y joyas con un valor aproximado de tres millones de pesos.
Hasta el momento, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) no ha dado su versión oficial, sin embargo, presuntamente los agentes actualmente se encuentran prófugos.
De acuerdo a fuentes al interior de la Subprocuraduría de Justicia de la Zona Norte, ante el Ministerio Público del Fuero Común se interpuso una denuncia por un millonario robo perpetrado el pasado viernes en un condominio ubicado en el kilómetro 20 de la Zona Hotelera.
En la denuncia, los agraviados refirieron que lo robado se trataba de un lote de joyas y relojes valuados en aproximadamente tres millones de pesos, mismos que se encontraban cuidadosamente resguardados en el domicilio.
Asimismo, señalaron que contaban con vídeos de la cámara de seguridad del departamento, las cuales lograron captar claramente el momento exacto en el que los hampones ingresaron al domicilio para llevar a cabo el robo.
Tras la denuncia, las autoridades de la Policía Judicial Estado (PJE) tomaron el vídeo para observar a los ladrones y llevar a cabo su identificación, por lo que al revisarlos se percataron que en este aparecían los elementos activos de la corporación, el comandante Benjamín Soto Apolinar (a) “El Perro”, y Edgar Manuel Pérez Ara, ambos adscritos a la Dirección de Recuperación de Vehículos.
Ante el descubrimiento, los agentes guardaron celosamente el vídeo para dar parte a las autoridades correspondientes; sin embargo, al darse a conocer la noticia, misteriosamente ambos agentes desaparecieron de la corporación.
Por tal motivo, la Dirección de Asuntos Jurídicos de la Subprocuraduría de Justicia iniciaron la averiguación previa 54/2013 en donde ambos elementos se encuentran bajo investigación.
A pesar de la alarmante situación, las autoridades y representantes de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) decidieron guardar silencio, por lo que se espera que pronto den una declaración sobre los hechos. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)