CANCÚN, MX.- Apenas unas horas después de haber sido “levantado”, el taxista Roberto Flores Andrade (a) “El Popeye” fue ejecutado por el crimen organizado. Y su taxi con número económico 0182 fue encontrado abierto y con el motor encendido, fue resguardado en un encierro del sindicato de taxistas “Andrés Quintana Roo”, los responsables omitieron darle aviso a las autoridades policíacas.
Ayer trascendió que hay varios taxistas desaparecidos, que habrían sido “levantados” en los últimos dos días.
La media noche del jueves, miembros del sindicato de taxistas “Andrés Quintana Roo”, localizaron el taxi con número económico 0182, abandonado con las puertas abiertas y el motor encendido.
Era la unidad que manejaba el operador Roberto Flores Andrade (a) “El Popeye”, de quien en ese momento no se supo nada.
Erick Castillo, brazo derecho del líder sindical de los taxistas, Heidelberg Oliver Fabro, dio la orden para que el taxi fuera llevado a un encierro de taxis del mismo sindicato, ubicado a unos metros del sindicato, antes de llegar a la avenida Miguel Hidalgo.
Fue Alejandro Peralta, asistente de Erick Castillo, quien cumplió la orden y llevó el vehículo al encierro, sin que se diera parte a las autoridades correspondientes sobre el posible “levantón” del taxista.
Ayer por la mañana después de que se encontrara el cuerpo ya sin vida de Flores Andrade, elementos de la Policía Judicial del Estado (PJE) acudieron al sindicato de taxistas “Andrés Quintana Roo”, en busca del taxi que conducía “El Popeye”.
Ahí fueron informados que efectivamente, el taxi estaba en un encierro del mismo sindicato y un delegado los condujo hasta el lugar.
Peritos y un agente del Ministerio Público del Fuero Común llegaron hasta el lugar para buscar evidencias en el interior del vehículo, el cual fue asegurado posteriormente por el representante social.
Para esos momentos, ya se había esparcido la noticia de la ejecución de “El Popeye”, misma que no fue sorpresa para nadie, pues al conocerse que había sido “levantado”, sabían que iba a aparecer sin vida con toda seguridad.
La ejecución de Roberto Flores Andrade puso en evidencia por enésima ocasión, la infiltración del crimen organizado en el sindicato de taxistas y su muerte ha sido un claro mensaje para quienes sirven a algún grupo delictivo en particular.
Pero el temor creció más entre los agremiados taxistas, pues ayer comenzó a circular el rumor sobre la desaparición de al menos 15 taxistas, que habrían sido “levantados” al igual que “El Popeye” en los últimos dos días.
Incluso, trascendió que uno de ellos fue liberado, pero sus captores le dieron dos días para irse de la ciudad, o de lo contrario asesinarían a su familia. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)

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