PLAYA DEL CARMEN, MX.- De forma milagrosa salva la vida un menor de edad que recibió un disparo en la cabeza cuando realizaba labores de limpieza en el centro recreativo “Kantun Chi”, toda vez que otro infante de diez años accionó accidentalmente una escopeta que el dueño del predio tenía guardada en el interior de una cabaña; el disparo pasó rozando la sien izquierda del menor, quien por fortuna sigue vivo.
Los hechos ocurrieron a las 10:45 de la mañana este viernes, cuando las centralistas del número de emergencia, recibieron el reporte de que en el centro recreativo “Kantun Chi”, ubicado en la carretera federal Playa del Carmen-Tulum, 25 kilómetros al sur de esta ciudad, un menor de edad “había sido acribillado a mansalva con un disparo en el rostro”, por lo que de inmediato se activaron los códigos de emergencias y enviaron varias unidades al lugar, así como una ambulancia de la Cruz Roja Mexicana que mantiene presencia en el poblado de Puerto Aventuras.
Los primeros en llegar fueron los paramédicos de la benemérita institución, quienes brindaron los primeros auxilios a José María Jiménez Izquierdo, de 17 años de edad, quien presentaba sangrado en el rostro, toda vez que un menor, de diez años de edad, al parecer su hermano menor, le disparó accidentalmente con una escopeta calibre 22, aunque por fortuna el impacto únicamente le rozó la parte frontal occipital de la cabeza.
Por fortuna el reporte resultó falso, pues en principio se dijo que el menor había fallecido del impacto, sin embargo, el disparo le pasó rozando la cabeza, alcanzándole a rasgar la piel a la altura de la sien derecha, razón por la cual le aplicaron un vendaje y posteriormente lo trasladaron a Playa del Carmen para recibir atención médica especializada y descartar alguna lesión que pudiera repercutir en su salud en un futuro.
Al lugar de los hechos, arribaron elementos de la Policía Federal (PF), Policía Judicial del Estado (PJE) y Policía Municipal Preventiva (PMP) quienes se entrevistaron con el menor lesionado que permanecía de pie apoyado en las maderas de un viejo gallinero, desde donde dijo que un señor los había contratado para realizar la limpieza del lugar y entre su curiosidad, encontraron un arma de fuego calibre 22, tipo escopeta, la cual tomó entre sus manos el niño de siete años, cuando repentinamente se escuchó una detonación, que alarmó a los vecinos del área, quienes asustados creyeron que José María Jiménez Izquierdo había recibido el impacto en la cabeza, aunque este sólo pasó rozando.
Una vez que las autoridades concluyeron con las indagatorias, procedieron a trasladar al lesionado hacia la cabecera municipal, a bordo de la ambulancia de la Cruz Roja, mientras que el menor de siete años que accionó el arma de fuego, fue subido a la cabina de la camioneta para concentrarlo en la guardia de la PMP en espera de que sus padres acudan a buscarlo.
Algo que llamó poderosamente la atención, es que la PMP no esperó a que el agente del Ministerio Público del Fuero Común arribara para dar fe del arma tipo escopeta calibre 22 y la decomisaron metiéndola en una unidad de la corporación, tomándose de esta forma atribuciones que no les competen, pero lo que más extrañó a los presentes es que varios uniformados entre estos un elemento de la PF, sacaron al menor del domicilio donde ocurrieron los hechos y lo metieron a la unidad policial, como si se tratara de un consumado delincuente.
Finalmente, trascendió que el menor que recibió el disparo en la cabeza se encuentra estable en una cama del Hospital General, donde le sería tomada su declaración ministerial, aunque parecía evidente que el disparo se dio de forma accidental. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)