Llegada a la administración pública producto de las negociaciones de su madre Lizbeth Song, esta joven política de patio pertenece al selecto grupo de juniors chetumaleños que por compromisos hacia sus padres han sido encumbrados en puestos de primer nivel, sin contar con elementos que los respalden.

Becada por el gobierno de Quintana Roo para realizar sus estudios en el estado de Puebla, esta chetumaleña tuvo a un cargo a nivel dirección en la representación del estado en la Ciudad de México, ¡al mismo tiempo que cursaba sus estudios! , aun y cuando sus dos obligaciones se encontraban a cientos de kilómetros, por no mencionar las horas que se puede hacer uno en el tráfico de la Ciudad de México.

Al término de sus estudios fue recibida con los brazos abiertos en la administración de Félix González Canto en el cargo de Directora General del DIF, esto sin ninguna experiencia y con el único mérito de haber hecho su tesis recepcional en un tema familiar. Quisiera saber cuántos universitarios tienen esos privilegios, cuántos hijos de vecino de apellido chan, Pech, Uicab, Pisté, etc. tendrían el premio de semejante cargo solo por haber hecho su tesis de un tema que se apega a las funciones de la dependencia.

Cuando ya toda la clase burocrática hablaba de su mediocridad en el servicio público ya que era más vista en los antros y eventos de la socialité chetumaleña, vino la caída de su madre como presidenta del Tribunal Superior de Justicia y como toda política de colmillo retorcido a cambio de no hacer olas y permitir la llegada del cozumeleño Fidel Villanueva Rivero, la ex magistrada negoció con el ex gobernador Félix González Canto el ascenso de esta mediocre burócrata al congreso federal por medio de la vía plurinominal.

Sin ningún mérito ni experiencia alguna como representante popular, Lizbeth Gamboa Song ha mostrado su verdadero rostro: la simulación y mentira como cartas de presentación; y esto quedó demostrado con la aprobación del incremento del IVA a 16% para Quintana Roo, así como impuestos que pauperizarán el consumo de los mexicanos.

¿Y por qué hablo de simulación? Porque hace un par de semanas vino a Quintana Roo pidiendo espacios en todos los medios de comunicación posibles para dar a conocer que ella iba a votar en contra de la homologación del IVA para las regiones fronterizas, exponiendo que había tenido reuniones con empresarios locales para proteger y comprometerse a preservar el impuesto preferencial que teníamos… ¡todo resultó una gran mentira de la diputada chetumaleña!

La diputada fue de las primeras en levantar la mano y alinearse a su partido antes que buscar cumplir sus vacías promesas. Con estos antecedentes, ¿usted confiaría en Lizbeth Gamboa de nuevo? Por supuesto que no, ya que con todos sus antecedentes y actuales acciones queda demostrado que es una política de patio más que solo está dispuesta a servir a sus intereses y a los de los altos mandos que la pusieron donde está.

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