El Rector de la UPB, Miguel Pérez Cetina, con su esposa, la diputada Arlet Mólgora, acusados de sacar provecho de sus posiciones para apropiarse de equipo de gimnasia del DIF para favorecer a su hija y obtener ganancias.
CHETUMAL, MX.- La diputada local chetumaleña Arlet Mólgora Glover y su esposo, el Rector de la Universidad Politécnica de Bacalar (UPB), Miguel Pérez Cetina, se apropiaron del equipo femenil de gimnasia del DIF estatal luego de dividir al club creando un nuevo equipo “privado” que gracias a sus influencias políticas utiliza instalaciones públicas sin costo alguno.
Lo peor del caso es que este equipo VIP creado por la pareja de funcionarios terminó destruyendo al equipo DIF, entrenado por el destacado instructor Juan Sandoval, dejando como única opción el equipo operado por Arlet Mólgora y Miguel Pérez Cetina, quienes están cobrando a los padres de familia una cuota mensual de 900 pesos a pesar de que disfrutan de las instalaciones de la Cojudeq.
Esta situación fue denunciada por varias madres de las gimnastas inconformes con la forma en que el director de recreación, cultura y deporte del DIF, Jorge Ávila Cohuó, terminó por someterse a los deseos de la influyente pareja despidiendo al instructor Juan Sandoval, quien había realizado un buen trabajo, y dejando en la calle a casi 20 pequeñas gimnastas que si desean continuar practicando su deporte deberán desembolsar una fuerte cantidad de dinero mensualmente.
Y es que la diputada y el Rector están muy involucrados con el equipo debido a que su hija practica ese deporte. De hecho, fue Miguel Pérez Cetina en alianza con el empresario Aldo Hernández –cuya hija también está en el equipo- quienes invitaron por iniciativa personal a Juan Sandoval a entrenar el equipo DIF, cuando este laboraba para un club privado en Mérida, Yucatán.
El entrenador puso sus condiciones, y tras gestiones con el DIF los padres de familia logran que el Sistema pague la mitad del salario del instructor y los padres acordaron pagar el otro 50 por ciento, por lo que desembolsaban unos 400 pesos al mes por este concepto.
Desde su llegada en 2012, Juan Sandoval entregó por escrito un plan de trabajo a Miguel Pérez Cetina e inició con un trabajo metódico que, a decir de las madres de familia, dio resultados rápidamente lo que se notó en la mejoría de las niñas en las competencias, pues en el último año el equipo DIF logró más de 160 medallas, marca récord para el club.
Sin embargo el cisma se dio apenas meses después de la contratación del entrenador, cuando Arlet Mólgora, Miguel Pérez y Aldo Hernández decidieron abrir un club “privado”, con sus hijas como las primeras integrantes. Sin embargo aunque era un equipo particular, se mantuvieron entrenando en el mismo espacio y seguían perteneciendo al equipo DIF en las competencias pues no contaban con certificación propia.
Y aunque no se sometían a las reglas del equipo y contaban con sus propios entrenadores esta irregularidad les fue permitida por el director de deporte del DIF, Jorge Ávila Cohuó, según los padres de familia gracias a los puestos públicos de la pareja.
En entrevista exclusiva para Periodistas Quintana Roo, el instructor Juan Sandoval reveló que el desencanto de Arlet Mólgora y Miguel Pérez Cetina con su sistema de trabajo surgió después de que rechazó el ofrecimiento de dinero extra por brindar “atención especial” a la hija de la pareja, lo que motivó que decidieran crear su propio equipo de gimnastas.
Luego de separarse empezaron a convencer a otras niñas integrantes del equipo DIF a pasarse a su nuevo equipo privado mediante constantes invitaciones a fiestas y pijamadas; a los padres les ofrecían que en el nuevo club todo sería gratuito, incluidos los viajes.
A pesar de la intensa campaña de reclutamiento fueron pocas gimnastas las que se cambiaron al nuevo equipo, permaneciendo la mayoría –unas 23 niñas- en el equipo DIF dirigido por Juan Sandoval.
Pero a principios de este mes todo cambió, cuando sin decir agua va Jorge Ávila Cohuó notificó a los padres que el DIF dejaría de aportar el 50% del salario del instructor. La mayoría de los padres y madres de familia ofrecieron pagar el total del salario del instructor para que siguiera entrenando el equipo, mientras que unos cuantos pidieron que se contratara a otro entrenador con un salario menor.
Jorge Ávila les dijo que las propuestas serían analizadas y posteriormente les daría una respuesta. Sin embargo, mientras el equipo DIF competía en la “Copa Gilling” en Cancún, el funcionario del DIF notificó a un par de madres de familia que el entrenador ya no podría regresar y que no habría ningún apoyo del DIF para este equipo de niñas.
La arbitraria decisión ocasionó malestar entre las gimnastas y sus familiares, ya que la única opción que les quedaba era la de anexarse al equipo “privado” de Arlet Mólgora y Miguel Pérez, que aunque ocupa para sus entrenamientos el espacio público de la Unidad Bicentenario, cobra como cuota mensual 900 pesos.
Adriana Zavala Mendoza, madre de la destacada gimnasta Daniela Monserrat que fue una de las más afectadas con la situación ya que se preparaba para competir en el nacional, envió una carta formal desde el 14 de octubre al funcionario, en la que le exigió que se realizara la reunión prometida donde daría respuesta a las propuestas de los padres, pero dos semanas después su petición fue ignorada y no recibió respuesta alguna.
La extraña forma de actuar del funcionario hace sospechar a los padres y madres de familia cuyas hijas se quedaron sin entrenador y sin un espacio donde realizar las actividades que éste está favoreciendo a Arlet Mólgora y Miguel Pérez, que de ser un club privado que surgió porque querían recibir una atención exclusiva para su hija, se convirtió en el nuevo equipo DIF, aunque “privatizado”.
Ante la forma en que Jorge Ávila destruyó el equipo, los padres y madres inconformes y que siguen siendo mayoría decidieron respaldar al instructor Juan Sandoval y mantener a su equipo de gimnasia con sus propios medios, pero están exigiendo al funcionario la posibilidad de entrenar en el espacio que les fue arrebatado, ya que muchos de ellos colaboraron durante años para comprar el equipo necesario.
Mientras tanto, el rector de la UPB, Miguel Pérez Cetina, ha tomado las riendas por completo del equipo DIF utilizando el plan de trabajo que entregó Juan Sandoval, y cobrando a sus anchas por un servicio particular que explota espacios públicos, con la complacencia de Jorge Ávila Cohuo.
“En 27 años como instructor de gimnastas en distintos estados, nunca me había pasado ni había vivido lo que está pasando aquí en Chetumal”, concluyó el entrenador Juan Sandoval. (Fuente: Periodistas Quintana Roo)
El profesor Juan Sandoval con sus alumnas.