Los cambios en Sedetur y Fonatur han sido peores que los que mandaba “El Chepo” de la Torre.

En Fonatur llega el cozumeleño Juan Carlos González Hernández, cuando la actividad principal de ese Fideicomiso está en Cancún y por simple sentido común, lo correcta hubiera sido que un cancunense ocupe ese cargo.

Además, dicho sea de paso, Juan Carlos Hernández, como ex alcalde Cozumel, enfrentó un proceso administrativo ante el Gobierno federal por mal manejo de recursos.

La Sectur le ordenó devolución de fondos extraordinarios, que fueron programados para obras de imagen urbana en el norte de la isla con un presupuesto general de casi 24 millones de pesos.

Si la tarea principal de Fonatur son obras tanto de imagen urbana como de conservación, pues la zona hotelera está en problemas con Juan Carlos González.

Y la llegada de Laura Fernández a Sedetur aún resulta inexplicable, sobre todo, cuando en Cancún sobran empresarios, gerentes y hasta políticos con mucha mayor trayectoria en el turismo, que haber sido directora de Relaciones Públicas del Ayuntamiento de Benito Juárez.

Otra vez, Borge queda a deber al turismo, y en particular a Cancún, con sus nombramientos en Sedetur y Fonatur.

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