CANCÚN, MX.- La Donceles 28 y una gran parte de la ruta 7 fueron las zonas que continuaban seriamente afectadas por las inundaciones provocadas por el fuerte aguacero del pasado miércoles, y que hasta este jueves seguía lloviendo de forma dispersa, era poca la atención que le habían brindado las autoridades.
De hecho, varios tramos de las vialidades, en ambas zonas, seguían completamente intransitables y además impedían que las familias pudieran salir de las viviendas.

En un recorrido efectuado este jueves desde muy temprano, se pudo apreciar que el eterno padecimiento de los habitantes de la Donceles 28, seguía presente y en esta ocasión, los vecinos hasta lo sentían como una burla de las autoridades, quienes con los pozos que abrieron y la ampliación de los que había, les aseguraron que ya nunca más se les volvería a inundar.

“El problema no son los pozos, el problema es el proyecto de Puerto Cancún que desde un principio tapó las salidas naturales de agua al mangle con el consentimiento de las autoridades que nunca les han hecho ni dicho nada al respecto”, expresaron los vecinos.

Lo grave de esto, es que ante el torrencial aguacero del miércoles, las coladeras se han colapsado y las aguas negras se han rebozado y con ello, vienen los malos olores con los que tienen que vivir los habitantes del lugar, pues además, quien no tenga vehículo, se ve obligado para poder salir de sus casas, a meterse al agua sucia y con ello, el riesgo de contraer graves enfermedades que tal parece no les interesa a las autoridades.

En esta zona, los niveles de agua que el miércoles alcanzaron hasta el metro de altura, este jueves el nivel apenas había descendido unos 20 centímetros y a pesar de que en la zona se pudo ver a elementos del H. Cuerpo de Bomberos tratando de destapar las coladeras, los mismos oficiales explicaron que esto no es suficiente porque el problema es más grave de lo que parece en esta zona de la ciudad.

Al continuar el recorrido, varios tramos de la avenida Bonampak, en dirección hacia Isla Blanca (a la altura de la unidad deportiva Candelario Lira), se encontraban aún anegados y provocaban que la circulación vehicular fuera muy lenta en ambos sentidos y en varios lapsos hasta imposible para autos compactos.

De ahí, al tomar la avenida Revolución, mejor conocida como Ruta 7, el tramo de una cuadra antes de llegar a la esquina de la Diagonal Tulum, se encontraba cerrado completamente a la circulación en ambos sentidos, pues el agua estancada ahí, tenía poco más de un metro de altura y cubría varias calles en la misma periferia.

Entre las calles anegadas se encuentra la 51 y 19, cerca del Parque 8 de octubre de la misma Supermanzana 76 que hasta ese momento (alrededor del medio día), ninguna autoridad había acudido a darle atención.

Incluso, los patios de maniobra de la empresa Thermo King del Caribe, se encontraba anegado y ahí, un grupo de empleados se daban a la tarea de sacar el agua con cubetas y escurridores.

Otro tramo que seguía inundado de la misma zona de la Ruta 7, fue a la altura de la Prolongación Tulum, esquina con Leona Vicario, misma que se encontraba cerrado completamente a la circulación vehicular.

En el mismo perímetro de la ciudad, los propietarios de viviendas aprovecharon que este jueves no llovió tan fuerte como el día miércoles, y se dieron a la tarea de reparar los techos de lámina de cartón para evitar que se les siguiera metiendo el agua a sus casas.

Al seguir con el recorrido, otros tramos inundados, pero que ya eran atendidos por las autoridades, fueron la Leona Vicario a la altura de donde se encontraba el bar el Castillo del Mar, así como otra parte de la misma avenida, pero ya en el fraccionamiento Haciendas del Caribe a la altura de la escuela primaria Cozumel, donde había una máquina desazolvando uno de los pozos de absorción que se encontraba completamente colapsado y que impedía que el agua bajara sus niveles y que obligaba a la gente que tenían que utilizar ese tramo, que tuvieran que meter literalmente al agua. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)

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