DROGAS, SEXO, ALCOHOL Y MUCHA CORRUPCIÓN: El sistema penitenciario en Quintana Roo, fuera de control

0
51

img_1386922206_2002fde4e2d7b9689862
CANCÚN, MX.- El sistema penintenciario en Quintana Roo se ha convertido en un circuito del crimen organizado, siendo las cárceles de Cancún y Chetumal los bastiones, mientras que el penal de Playa del Carmen es considerado como trampolín.

Como ha quedado al descubierto, las cárceles del municipio Benito Juárez y de la capital del estado son dominadas directamente por células criminales y por la corrupción de los directores de las mismas.

Ambos penales son considerados como “bastiones de la delincuencia” por su operatividad, por su forma de autogobierno y por la escala alta de corrupción que a diario se da en los dos inmuebles.

Drogas, sexo y alcohol además de abusos a internos, son lo cotidiano en estos dos lugares, mientras que en el de Solidaridad, la situación va camino a ser la misma debido a que no hay control.

Todo esto se debe a que la Secretaría Estatal de Seguridad no ha podido establecer un control para evitar el crecimiento del índice delictivo dentro de las cárceles de Quintana Roo.

Lo anterior se destaca en el reporte del Sistema Penitenciario en México, donde en general, la cárcel de Cancún es la peor calificada, la calificación más baja la obtuvo en el rubro de condiciones de gobernabilidad y aspectos que garantizan la integridad física y moral del interno con 3.97 y 4.84 respectivamente y su calificación más alta la obtuvo en el rubro grupos de internos con requerimientos específicos con 7.08.

La calificación más baja del Cereso de Chetumal la obtuvo en el rubro condiciones de gobernabilidad e incluso la calificación es peor que Cancún con 3.51, de la misma manera, le asignaron una calificación baja en aspectos que garantizan una estancia digna con 4.06. El rubro con mejor calificación es aspectos que garantizan la integridad física y moral del interno con 7.14.; debido a que la calificación estatal es el promedio de los dos centro evaluados, las peores calificaciones están en condiciones de gobernabilidad y aspectos que garantizan una estancia digna y la más alta en el rubro de internos con requerimientos específicos, pero apenas con 6.94.

En relación a la media nacional, condiciones de gobernabilidad el rubro más bajo (5.84) y la calificación más alta en grupos de internos con requerimientos específicos (6.86).
Esta situación ha generado que las cárceles se hayan entregado por completo al crimen organizado.

En Quintana Roo, el porcentaje de procesados y sentenciados es de 63 por ciento y 37 por ciento respectivamente, además, el 7 por ciento de los nuevos ingresos ya habían estado en prisión y en el Diagnóstico de Supervisión Penitenciaria (DNSP, 2011) realizado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), la mayoría de las cárceles de Quintana Roo, obtienen una evaluación desfavorable dado que no ofrecen condiciones mínimas de respeto a los derechos humanos de los internos, lo que impacta de forma negativa en su reinserción social.

A pesar del fracaso indiscutible de la prisión en sus objetivos planteados, la tendencia a hacer uso de la cárcel se incrementa en el tiempo, el estado responde con políticas de incremento en infraestructura carcelaria para albergar a más población lo que ocasiona mayor gasto público.

La situación de la cárcel en el estado de Quintana Roo presenta características especiales, en total hay 6 centros penitenciarios según el sistema nacional penitenciario, distribuidos de la siguiente forma, un Centro de Readaptación Social ubicado en la ciudad de Chetumal, un centro de detención preventiva y ejecución de penas ubicado en la ciudad de Cancún y cuatro cárceles municipales, una en cada uno de los siguientes municipios: Solidaridad, Cozumel, Felipe Carrillo Puerto y José María Morelos.

El 83 por ciento de los internos están recluidos en la cárcel de Cancún y el Cereso de Chetumal, lo que implica situaciones diferentes en cada centro. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)

img_1386922395_f06787ed5f00fe6ae499

EL LUCRATIVO NEGOCIO DE CONTROLAR LAS CÁRCELES

CANCÚN, MX.- Favores sexuales que van de la mano con la prostitución, se acumulan una y otra vez en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de esta ciudad, porque las esposas de los presos y hasta las mismas custodias (mujeres responsables de la vigilancia) caen en la red de abuso y acoso sexual que prevalece en el penal.

Pero sumado a ello, existe un abanico delictivo al interior del penal, donde todos lo que signifique ganancias, por más turbias que sean, es permitido.

El delito que con mayor frecuencia se comete desde el interior de la cárcel de Cancún son las extorsiones, que están a la orden del día, ya que los internos de nuevo ingreso son víctimas de golpes y de amenazas para sacarle todo el dinero o para extorsionar a sus familiares.

Las cuotas van desde los dos mil, cinco mil, 20 mil o hasta mucho más, sólo por el simple hecho de evitar que el familiar en cuestión sea víctima de golpes y daños físicos dentro de la misma.

Peor aún, las visitas de los domingos o de aquellos días de visitas son pagadas y no como cuota voluntaria, sino que quien quiere ir a visitar a su pariente o amigo tendrá que “caerse” con 200 pesos para evitar que a quien se va a visitar sea golpeado, una vez que ven a uno de los presos con familiares éste es llamado y advertido de que tiene que pedirles dinero a cambio de no ser lastimado, el miedo de los seres queridos los hace acceder a la petición de quienes controlan este lugar.

Los celulares aunque supuestamente no están permitidos sí lo están, pues cualquiera que esté cerca de “los jefes”, que conforman la “Nueva Comitiva”, integrada por criminales ligados a narcocélulas, puede optar por tener su celular pagando una módica cuota de 100 pesos por tenerlo.

Los mismos que tienen celulares usan el directorio telefónico para contactar a dueños de las líneas y sacarle información para luego llamar y amenazarlos con matar a algún ser querido o secuestrar a alguien conocido (normalmente un familiar) si no les depositan dinero, esto se ha visto incrementado en los últimos meses.

Las extorsiones telefónicas son parte de lo que se permite en la cárcel de Cancún y los custodios lo saben y reciben su “tajada” o su respectiva amenaza, por lo que se ven intimidados y tienen que permitirlo, en muchos casos los que están a la cabeza son quienes lo permiten por eso no hacen nada. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)

Comentarios en Facebook

1 COMENTARIO