Mauricio Góngora, queda a deber.

Con mucho, muchísimo ruido y con pocas, poquísimas nueces, trascurrieron los primeros 100 días de los actuales presidentes municipales de la entidad, por cierto todos priistas, pero destaca el caso de Mauricio Góngora, de Solidaridad.

La coincidencia entre los 10 Alcaldes es que todos, los 10, cedieron la autonomía municipal y se convirtieron en sumisos empleados del Gobernador, Roberto Borge.

Y como una clara evidencia de la forma en que los Alcaldes se sometieron al mandatario estatal, es que Borge impuso a los diez a casi todos sus colaboradores.

Pero quien realmente ha quedado a deber es el playense Mauricio Góngora Escalante, no sólo porque Playa del Carmen sigue con un tremendo déficit en su calidad de servicios, si no porque le ha concedido toda impunidad a sus antecesores, Filiberto “Fili” Martínez y Rafael Kantún.

La dupla “Fili”-Kantún llevaron Solidaridad a la pavorosa deuda de de 817 millones de pesos, sin incluir los pasivos con proveedores, que serían de unos 500 pesos millones de pesos, según las propias calificadoras.

Gran parte del tremendo adeudo supuestamente se aplicaría para diversas obras, que ahora Mauricio ha tratado de rescatar, en términos igualmente opacos, como “Fili” y Kantún, aplicaron los casi 600 millones de pesos que contrataron en su gestión compartida.

A pesar del tremendo desfalco ocurrido en Playa del Carmen, Mauricio Góngora ha optado por mirar hacia otro lado y que el asunto pase a engrosar el ya de por sí muy gordo libro de la impunidad en Quintana Roo.

Pero el verdadero manto de impunidad de “Fili” y Kantún, está en el Congreso del estado. Gran parte de la deuda playense fue contratada cuando en la Tesorería de Solidaridad estaba José Luis “Chanito” Toledo Medina, flamante presidente de la Gran Comisión y el “delfín” de Roberto Borge.

Si alguien osare hacer justicia por el desfalco en Solidaridad, el escándalo salpicaría a “Chanito”, lo cual es políticamente incorrecto para un aspirante a la Gubernatura.

Y hasta resulta irónico que Mauricio Góngora, quien también se siente aspirante a la “grande”, le esté tapando las espaldas a uno de sus principales rivales políticos en la definición del 2016.

Pero, el que pone, manda.

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