Dan detalles de ejecución de taxista e investigan pistas

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CHETUMAL, MX.- Las primeras investigaciones realizadas por la Policía Judicial del Estado (PJE) determinaron que el taxista Juan Carlos Mendoza Miranda, de 36 años de edad, fue llevado encajuelado vivo hasta el lugar donde lo encontraron sin vida y allí los sicarios lo ejecutaron de un balazo en la cabeza; además, el cuerpo del occiso no presentó huellas de tortura.

Por su parte, Sergio Gómez Izquierdo, director de Servicios Periciales de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), informó que los resultados de los trabajos periciales que le fueron realizados al taxi muestran que Juan Carlos Mendoza Miranda iba encajuelado y al llegar a la brecha que conduce hacia el balneario Laguna Azul fue bajado y posteriormente ejecutado de un balazo en la cabeza.

El entrevistado dijo que fueron halladas huellas de calzado en la cajuela del vehículo, mismas que compararon con los zapatos del occiso y descubrieron que Mendoza Miranda fue llevado vivo hasta el lugar.

Detalló que al momento que el taxista fue ejecutado, el disparo que recibió en la cabeza fue realizado a corta distancia y que en dicho crimen participaron más de dos personas.

Afirmó que la pistola con la que fue ejecutado Juan Carlos Mendoza Miranda se trata de una escuadra calibre .38 súper.
Señaló que el mismo día por la noche de los hechos entregaron el cuerpo del taxista a su concubina Lizbeth Xóchitl Muñoz Chávez.

Por otra parte, la PJE ha guardado cierto hermetismo con relación a la ejecución del taxista Juan Carlos Mendoza Miranda, quien fue encontrado con las manos atadas atrás de su espalda y con su rostro cubierto, la mañana de anteayer lunes en una brecha que conduce a la Laguna Azul, ubicada en el poblado Pedro A. Santos, municipio de Bacalar.

Se pudo establecer que existen dos líneas de investigación, una que podría ser crimen pasional y la otra por narcomenudeo; sin embargo, ninguna de las dos ha sido confirmada por autoridades de la PGJE.

De acuerdo con datos recabados, agentes judiciales están tras la pista de dos sujetos quienes fueron vistos la tarde-noche del domingo en compañía del occiso, mismos que podrían ser detenidos en los próximos días, pues se presume que aún continúan en la capital del Estado y es por ello que trabajan en diversos puntos de la ciudad y comunidades del municipio de Othón P. Blanco. (Fuente: Diario de Quintana Roo)

DOS PERSONAS PARTICIPARON EN LA EJECUCIÓN

CHETUMAL, MX.- Al menos fueron dos personas quienes sometieron al taxista Carlos Manuel Mendoza Miranda, a quien ataron con las manos hacia atrás con su cinturón y cubrieron el rostro con su camisa de cuadros manga larga, para posteriormente meterlo a la cajuela y llevarlo al lugar donde recibió el tiro de gracia que le provocó la muerte; luego abandonaron el taxi a la entrada del Subcentro de Adiestramiento de Operaciones en Selva y Anfibias (Subcaosa) de Xtomoc.

La Policía Judicial continúa investigando el móvil y ya designó un grupo especializado para resolver este crimen, el primero del 2014 en la zona sur con el sello de la delincuencia organizada. El cuerpo del infortunado taxista fue entregado a su concubina Lizbeth Xótchil Muñoz Chávez, quien reconoció el cadáver del que fuera su pareja sentimental.

Datos recabados, permitieron establecer que a Lizbeth Xótchil Muñoz Chávez, concubina Carlos Manuel, no le extrañó que se ausentará durante la noche del domingo y madrugada del lunes, pues esos días trabajaba en el taxi las 24 horas continuas, y entre semana sólo trabajaba medio turno.

El domingo por la noche, Carlos Manuel Mendoza Miranda llevó a sus padres a la terminal de autobuses, pues viajarían a una cita médica fuera del estado, y cerca de la medianoche le envió un mensaje a su concubina para informarle que saldría a carretera federal, y a ella le pareció algo normal, porque pensó que brindaría un servicio.

Fue hasta el pasado lunes, cuando le notificaron de los hechos ocurridos, que acudió a la Procuraduría General de Justicia acompañada de su padre para reconocer el cuerpo de su pareja sentimental mediante fotografías, y tras realizar los trámites correspondientes, por la noche le entregaron el cuerpo de Carlos Manuel Mendoza Miranda, para que reciba cristiana sepultura.
El cuerpo presentó signos de asfixia

Para la Procuraduría General de Justicia, una de las hipótesis, que tienen, es que Carlos Manuel Mendoza Miranda pudo haber recibido una llamada telefónica de alguna persona conocida, pues es obvio que conocía a sus victimarios, con quienes se entrevistó en algún punto del municipio de Bacalar, donde fue sometido.

Le quitaron el cinturón para atarle las manos hacia atrás, le cubrieron el rostro con una camisa, y lo metieron a la cajuela del taxi que conducía, Nissan tipo Tsuru, con número económico 1662 y placas de circulación 68-64-TPB, donde estuvo al menos un par de horas encerrado, posiblemente durante el tiempo que los asesinos esperaron para recibir la orden de liquidarlo.

Esta hipótesis se basa en el hecho de que el cuerpo presentó signos de asfixia en partes del cuerpo y la huella del zapato del occiso en el interior.

Una vez que recibieron la orden de ejecutarlo, lo trasladaron a la brecha de acceso al poblado de Laguna Azul, en las inmediaciones del Ejido de Pedro Antonio de los Santos, entre las 04:00 a 05:00 horas del lunes, a bordo de su mismo taxi, lo sacaron de la cajuela y le ordenaron mantenerse de pie, sabiendo que moriría.

El ejecutor se plantó a un metro aproximadamente de Carlos Manuel y accionó la pistola tipo escuadra calibre .380 a unos 30 centímetros de la cabeza del taxista, que recibió el impacto de bala de entrada en la región temporal izquierda (arriba de la oreja) y con salida en la región fronto temporal derecha, que le provocó traumatismo craneoencefálico y con ello una muerte instantánea.

Una vez cometido su crimen, los asesinos maniobraron en reversa el taxi y doblaron en una brecha donde las llantas patinaron al haber un charco de agua, y así se enfilaron hacia la carretera federal Chetumal-Cancún, para dirigirse al Subcaosa de Xtomoc, donde abandonaron el taxi a la entrada de esa base de adiestramiento militar, ubicada enfrente del entronque hacia el poblado de Miguel Alemán, municipio de Bacalar.

Los presuntos sicarios de la delincuencia organizada, antes de fugarse del lugar, primero borraron todo tipo de evidencias dentro del taxi, al parecer con un trapo, de la manera más rápida, sin apoderarse de los objetos de valor del taxi, puesto que dejaron las llaves pegadas; sin embargo, se localizaron varias huellas dactilares que ya son analizadas minuciosamente por los peritos en esta materia.

Posiblemente huyeron en algún vehículo que los esperaba cerca de la base de adiestramiento militar, pero sin duda alguna que el occiso conocía a sus victimarios, pues no presentó huellas de tortura en el cuerpo.

Aunque podría tratarse de un asesinato relacionado con la venta de droga, también existe la posibilidad que se trate de una venganza pasional por un lío de faldas, por lo que la Policía Judicial guarda total hermetismo con relación a este crimen, para evitar entorpecer las investigaciones y el avance que se tiene hasta este momento.

Cabe señalar que existen versiones que señalan que el occiso era adicto a las drogas y el alcohol, y aunque no tiene antecedentes por narcomenudeo, se rumora que tenía problemas por esta situación, versión que está siendo investigada por la Policía Judicial para determinar si esto podría ser el móvil del crimen. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)

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