TULUM, MX.- Sin avances aún en la Procuraduría General de Justicia del Estado en Tulum, respecto al caso del joven secuestrado y asesinado con saña de siete puñaladas la madrugada del pasado miércoles, mismo por el que pedían a los familiares un rescate de dos millones de pesos, de forma muy extraña, hecho del cual la Policía Judicial ya investiga. En tanto los familiares tras interponer denuncia reclaman el cuerpo que se hallaba en el Semefo.
Fue durante el transcurso del mediodía del jueves que los familiares del hoy occiso Manuel Francisco May Borges, de 20 años de edad, originario de Tulum, sostuvieron una entrevista en las instalaciones de la dependencia con la coordinadora de Ministerios Públicos en la Riviera Maya, Sandra Ruby Ojeda Torres, en torno al caso.
El joven secuestrado y asesinado era una persona aparentemente tranquila, al cual según sus familiares no le conocían vicio alguno, siendo un deportista estimado por sus compañeros, incluso mencionan que cuando terminaban los partidos de futbol, en ocasiones, “disparaba” las aguas; laboraba en una tienda de abarrotes de sus padres con un horario de 9 a 22 horas, y por ello percibía un sueldo.
Según los familiares el joven sólo salía para ir a jugar y justamente la noche del miércoles en que salió fue para participar en un partido de futbol, toda vez que en la unidad deportiva hasta de madrugada hay juegos.
Por su parte la coordinadora de Ministerios Públicos en Tulum, Sandra Briceño Uh, dio a conocer que los hechos se hallan asentados en la Averiguación Previa 52/2014 por el delito de homicidio.
Asimismo agregó que de acuerdo a los resultados del médico legista, el hoy occiso falleció a causa de un shock (choque) hipovolémico, estrangulamiento, con dos lesiones de arma blanca al corazón, y de acuerdo a la rigidez del cuerpo, tendría entre cinco horas de haber fallecido.
Briceño Uh dio a conocer que existen varias líneas de investigación, no obstante no quieren dar a conocer ninguna, a fin de no entorpecer las investigaciones correspondientes.
Todo hace suponer que el joven conocía a los asesinos y que para someterlo tuvieron que ser más de dos personas para poder atarlo de la boca e incluso utilizaron un vehículo donde lo trasladaron al área verde, y presuntamente, ahí lo apuñalaron con intención de darle muerte, toda vez que dos puñaladas fueron certeras, y se presume que cuando la madre del joven recibió la llamada telefónica de su mismo teléfono -que no saben dónde quedó- para pedir los dos millones de pesos por su liberación, quizás ya lo habían matado por la rigidez en que las autoridades hallaron el cadáver.
Es de mencionar que tras interponer los familiares la denuncia correspondiente y tras concluir las autoridades con la necropsia de ley, el cuerpo fue entregado a los mismos para su cristiana sepultura. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)