Uno de los factores para la estrepitosa derrota de la oposición en 2013, fue la tremenda división entre los partidos de izquierda, inducida, en mucho, desde el Gobierno.
Y tal como en aquella ocasión, uno de los principales actores para dividir a la izquierda sigue siendo Max Vega Tato.
Aunque se ha declarado “lopezobradorista” de toda la vida, Don Max parece que pretende sabotear a Morena, generando división en este partido, que aún está en proceso de registro.
Sin pertenecer al PRD, se alió con perredistas, vinculados al PRI, para evitar como sea la alianza entre ese partido y el PAN, lo cual, dicho sea de paso, finalmente logró el gobierno, pero a través de Acción Nacional.
Y ahora pretende dividir a Morena, al asumir un enfrentamiento contra el nuevo presidente del Consejo Estatal, Ricardo Velazco, con una muy larga trayectoria en la izquierda y que no se reduce al PRD.
Lo cierto es que el gobierno tiene a su merced a las izquierdas: con el PRD aterrado, el PT desarticulado y Movimiento Ciudadano entregado, ya solo le estaba faltando desestabilizar a Morena.
Esta es una sucia y vil calumnia.
Los comentarios están cerrados.