Venerando el cadáver – Por Pablo Pérez Guajardo

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El padre Álvaro Corcuera con bajo perfil termina. El mítico primer sucesor del carismático fundador de los Legionarios de Cristo termina en una sala de exposiciones, sin el manto materno de una devota iglesia. El organizador de ostentosas liturgias en las basílicas patriarcales de Roma, concluye su periplo entre frías sillas de metal cromado.

El anfitrión de centenares de obispos. El simpático interlocutor de los grandes cardenales. Recibió el último de saludo de un único obispo, el de siempre, el de Cancún. Ni siquiera participó el padre Eduardo Robles Gil, su sucesor en la cátedra de Maciel.

En foto de archivo, el obispo de la Prelatura Cancún-Chetumal, Pedro Pablo Elizondo, saluda a Álvaro Corcuera, fallecido ex director de los Legionarios de Cristo.
En foto de archivo, el obispo de la Prelatura Cancún-Chetumal, Pedro Pablo Elizondo, saluda a Álvaro Corcuera, fallecido ex director de los Legionarios de Cristo.
El meticuloso revisor de la revista “Al paso de la Iglesia”, el que mimaba cada texto laudatorio de la jerarquía hacia el “nuevo ejército del Papa”. No logró que la prensa nacional e internacional publicara el sentido pésame del Papa Francisco o del Papa emérito Benedicto.

El líder máximo de la Legión que acarreaba multitudes a la Plaza de San Pedro, con la nueva palabra legionaria (sucedanea de “colapsó”) “consolidó” la asistencia. Reunió entorno a su ataúd un grupo selecto de glamuroso luto. Ni sombra de las legiones de seminaristas adolescentes e interminables colegiales y colegialas capaces de abarrotar la basílica de Guadalupe (México).

Una familia acostumbrada a los superlativos, despide a su padre Corcuera en diminutivo. Muy en consonancia con los minúsculos gestos de avara reforma. No llegó más allá de la tibieza de palabras (impuestas por la superioridad) respecto a las víctimas. De sombrías declaraciones, con una cadencia tardía insoportable: el hijo del celebérrimo y mediático decano de ética y moral, padre Thomas Williams ya contaba diez años al momento de publicar esa realidad en términos transidos de dulzura y dolor por la debilidad del cínico defensor de la integridad moral del pederasta, incestuoso y sacrílego fundador Marcial Maciel.

Las transacciones sospechosas en el Banco Vaticano (IOR). La desviación de fondos al no cumplirse la intención del donante. Las prelatura legionaria de Cancún como Iglesia “sui iuris”.

La mundanidad espiritual del Notre Dame Center de Jerusalén. El fácil acceso a poderosos psicofármacos en la farmacia vaticana, El recurso ordinario al confinamiento psiquiátrico.

Los litigios por manipulaciones testamentarias y obtención ilegal de inmuebles. El encubrimiento de legionarios pederastas. La máxima de “mantener fuerte el principio de autoridad” como clásica expresión de Maciel para justificar el abuso de autoridad.

El desprecio de los pobres, al grado de omitirse incluso la palabra en los documentos oficiales y en la conversación cotidiana. La nula búsqueda de la verdad histórica en la Congregación. La violación de los derechos humanos so pretexto de una voluntad divina que se identifica con la casta de los superiores.

Una mentalidad empresarial en lugar de la gratuidad del Evangelio. Un Jesús abstracto, dialéctico, incapaz del pensamiento propio y la evangélica objeción de conciencia. Son páginas de una agenda que deja pendiente la labor de Álvaro Corcuera director general de los legionarios de Cristo.

El Señor de la Misericordia lo liberó de la tradición legionaria y quedar sepultado junto a su predecesor, el depredador sexual, Marcial Maciel. No llegó a reposar a Roma como restaurador de un brillo perdido. Acabó en la fosa de la familia Corcuera en el panteón francés de la ciudad de México, en vez de ir a dar a un sitio de la moderna familia Borgia fundada por Maciel.

El grupo informativo “Milenio”, en 2011 presentó “Los últimos día del reino de Maciel” (ver en youtube). Ahi encontramos una imagen que el resumen al padre Álvaro Corcuera: con un gesto propio de la Mafia, es el primero en besar la mano muerta de Marcial Maciel. A pesar de conocer a la amante y la hija, de saber a ciencia cierta de los abusos sexuales a menores de edad, del alcoholismo y afición a la morfina, al lujo y la simonía, Álvaro Corcuera venera el cadáver de Marcial Maciel.

Pablo Pérez Guajardo, L.C.
correo [email protected]

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7 COMENTARIOS

  1. Mariana, como católica necesitas leer un poquito más el catecismo y practicarlo en tu vida antes de escribir algo con este nombre. Dios te bendiga.

    • Jajaja… Me dio mucha risa tu respuesta aunque como católica me da pena que haya católicos tan ciegos como tú, fanáticos o pen… o no es lo mismo? A tu legión de pederastas Dios los juzgara y a ti con ellos y como dices que no soy buena católica pues nos vemos en el infierno, iré con gusto por verlos arder a todos. No vemos en el infierno, baby!!

  2. Una institución creada a partir de un monstruo corrupto, obsceno y demoniaco como lo fue Marcial Maciel se encuentra viciada de origen y está destinada a perecer. Resulta incongruente y falaz pensar que pueda continuar dando un ejemplo de la fe cristiana si la constituyó un verdadero demonio. No sólo eso, Los legionarios de Cristo son el inicio del fin de la Iglesia católica. Sus excesos, el daño que produjeron a cientos de niños abusando de la fe y la creencia ciega en este pederasta y drogadicto, hacen que la muerte de este sacerdote encubridor del demonio Maciel sea un alivio y un eslabón menos en la cadena de podredumbre que esta corriente católica representa. Emblemático que Corcuera haya muerto de un cáncer cerebral, no les parece? Al ocultar la verdad monstruosa de su protector y venerado Maciel, enfermó y se le pudrió la cabeza. La naturaleza es sabia y los legionarios, así como Corcuera y Maciel, sepultarán a la Iglesia. Al tiempo.

  3. ¿Qué esperar de un sacerdote como ud,, padre Guajardo? Ungido para predicar el amor, sólo habla de odio. Ojalá nunca necesite de ud como instrumento de Dios, porque hasta ahora para mi alma sólo ha sido instrumento del demonio por sus palabras. No hablo nada del Padre Maciel, tampoco del Padre Corcuera, porque con ud no parece que valga la pena. Los comentarios por lo menos de esos dos padres me hicieron desear el cielo, los suyos, padre Pablo, me hacen ver cómo el infierno es odioso y todas sus obras. Por favor, padre, no sea más heraldo del infierno.

    • Rogelio, como católica te pregunto ¿Qué necesitas para quitarte la venda de los ojos? No te importa que Maciel haya sido un violador de niños? Un degenerado abusador hasta de sus porpios hijos? Alcólico y drogadicto y que Corcuera lo ayudaba? ¿Te inspiran esos deprabados? Los narcotraficantes también te ofrecen el cielo con la droga. Maciel y Corcuera usaron el nombre de Dios para tener dinero, se hicieron muuuuuyyy ricos y con poder para avusar de inocentes y de la buena fé de las personas. Pero tengo fé en que Dios nuestro señor hara justicia y los mande al infierno por las atrosidades que hicieron en su nombre.

    • al parecer el forista rogelio es otro pederasta frustrado…. debiera acercarse al padre fernando de playa del carmen o al propio obispo macielista de quintana roo pedro pablo….

  4. que Dios perdone todos sus esceso mundanos, corporales y de conciencia…. por desgracia en esta tierra del señor solo dejó malos recuerdos y muchas huellas de las bajezas de los desviados mentales que sí existen en la iglesia catolica particularmente en legionarios de cristo… por desgracia, legionarios de cristo es la congregacion que rije en quintana roo… creo que por eso \”el obispo\” pedro pablo se lleva tan bien con el marrano borge….

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