CIUDAD DE MÉXICO.- Sin tocar los canales de telenovelas y deportes, el Gobierno Federal ordenó que 32.5 millones de niños dejen de ver en la barra infantil de televisión abierta y cable publicidad de refrescos y bebidas saborizadas, confitería, botanas y chocolates y, en caso de violación, se impondrán multas de hasta 1 millón 40 mil pesos por spots a los anunciantes con la posibilitad de fincar responsabilidad a los medios que ignoren la solicitud de retiro en 24 horas.
Al dar a conocer las “Medidas regulatorias de la estrategia nacional para la prevención y el control del sobrepeso, la obesidad y la diabetes”, Mikel Arriola, titular de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) detalló que los menores dejarán de ver y estar expuestos a 10 mil 233 pautas publicitarias anuales que se transmitían durante las caricatura y programas infantiles de 2:30 a 7:30 de la tarde de lunes a viernes, y de 7 de la mañana a 7.30 de la tarde de sábado y domingo, conforme a los horarios establecidos por la Secretaría de Educación Pública.
“Con esta decisión, se prevé la eliminación de 55 de 139 horas anuales de comerciales de la barra infantil, lo que equivale a 40 por ciento de las 25 mil 600 pautas anuales de publicidad transmitida en televisión abierta y por cable. Esta restricción también aplica en cine para películas con clasificación A y AA “, dijo Arriola en conferencia de prensa.
En plena época vacacional, Arriola señaló que la Cofepris cuenta con una vigilancia robusta, de 2 mil 500 verificadores, para hacer cumplir con este mandato constitución de retiro de la publicidad en barra infantil publicado en el Diario Oficial de la Federación desde el pasado 14 de febrero.
Se espera, dijo, que los niños de 4 a 9 años vean 39% menos anuncios de alimentos de bajo valor nutrimental y que de 10 a 15 años estén 28% menos expuestos a productos que se promocionaban con propiedades nutritivas inexistentes, contribuyendo a la epidemia de la obesidad y sobrepeso que generan gastos de 117 mil 833 mil pesos anuales.
Y la medida, aclaró, se tomó luego de que la industria de alimentos procesados y bebidas no alcohólicas no cumplieran cabalmente con el código de autorregulación publicitaria implementada en el sexenio pasado.
La estrategia de la obesidad, sobrepeso y diabetes se hará acompañar de un nuevo etiquetado para los alimentos y bebidas -que comenzará a ser obligatorio en el primer semestre de 2015 y hasta agotar inventarios- para que la sociedad esté informada de la ingesta calórica diaria.
Se trata de acabar con la falsa información otorgada al consumidor, como el hecho de que una porción de 200 mililitros de refresco de cola contenía 23% de azúcares, cuando en realidad contiene mil 260 kilocalorías, una cantidad muy por encima de lo que se sugiere como recomendable dentro de una dieta diaria, de tres comidas, de 2 mil kilocalorías.
El funcionario federal aclaró que esa es la razón por la cual también se excluirá a los refrescos, chocolates, confitería y botanas; lácteos, galletas y helados con chocolates, de los sellos nutricionales, conforme a las nuevas exigencias de etiquetados, y para evitar controversias se retiró la frase “recomendados” para acabar con la confusión generada haciendo creer al consumidor que los porcentajes señalados representan recomendaciones diarias de ingesta.
Por ello, anunció, se enviará a la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (COFEMER) una modificación a los lineamientos de etiquetado para eliminar la palabra “recomendados”.
Con ello se acaba con la controversia que derivó que organizaciones de la sociedad civil interpusieran amparos que podrían haber escalado hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
El 24 de julio, el Consejo Nacional de Salud lanzara estrategias estatales contra sobrepeso, obesidad y diabetes bajo la perspectiva que en México el 30 por ciento de la población infantil y 70 por ciento de los adultos tiene sobrepeso y obesidad. Además más de 10 millones cursan con diabetes.
Pablo Kuri, subsecretario de prevención y promoción a la salud, explicó que durante el próximo ciclo escolar se consolidará un observatorio, se trabajará con organizaciones civiles y padres de familia para sacar la comida chatarra de los más de 220 mil planteles educativos. (Fuente: Milenio)
