El mito construido en torno a Mamá Rosa decía que lo había dado todo por los niños sin hogar, que ahí había destinado su herencia, que personajes ricos cedían incluso propiedades para financiar el albergue, que todo lo que le daban era para costearlo y que ella vivía modestamente. Al llegar a Zamora, las voces disidentes se multiplican y rápidamente señalan otras propiedades que, de entrada no se relacionan directamente con el albergue: placas de taxi, casas habitación, un asilo o un desayunador benéfico. Muchos de los jóvenes que crecieron en su albergue reconocieron que ellos mismos habían ayudado a edificar varias casas de la fundadora de la Gran Familia.
Rosa del Carmen Verduzco Verduzco, conocida como “Mamá Rosa” o “la Jefa”, como la llamaban indistintamente en el albergue que ella dirigió férreamente durante décadas, aparece en 20 entradas del Registro Público de la Propiedad de Zamora, que incluye todos los municipios de Michoacán a excepción de Uruapan, según explican los funcionarios.
En estas se registran 14 lotes urbanos en Zamora de su propiedad exclusiva, que sumados, ocupan 4,007 m2 de suelo urbano. Además, ostenta 269,625 hectáreas más de terreno rústico en el municipio colindante de Tangancícuaro.
También posee otros 5 dominios en copropiedad con diferentes personas cada uno y que en total equivalen a una área de 655 m2. Por otro lado, se registran 5 hectáreas a nombre de La Gran Familia S.A., que corresponden a los terrenos donde se alza el Albergue y otras 27 en el Rancho La Tuna a nombre de La Gran Familia A.C., de manejo agrícola.
Las propiedades de ‘Mamá Rosa’
Entre sus propiedades urbanas, marcadas en el registro con la dirección incompleta, Animal Político identificó departamentos de renta, casas habitación, un desayunador para personas sin recursos y dos asilos de ancianos, uno de ellos inoperativo que curiosamente llevaba el nombre de Cito, apelativo con el que en el internado se referían a Enrique Hernández, uno de los señalados como presunto violador y abusador sexual.
El albergue La Gran Familia, donde vivían 600 personas entre ellas 438 menores de edad, fue intervenido por la Procuraduría General de la República (PGR) el pasado martes 15 por sus condiciones sanitarias deplorables y denuncias de malos tratos, abusos sexuales y explotación infantil. Las autoridades retuvieron a su directora, Rosa Verduzco junto a otros 8 trabajadores en calidad de testigos. El sábado decidieron imputar a 6 de sus colaboradores, que ya fueron trasladados a un penal de Nayarit, y desestimaron presentar cargos contra Verduzco por falta de pruebas.
En conferencia de prensa desde la Ciudad de México, el titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Jesús Murillo Karam, determinó –con base en un estudio médico, patológico y psicológico practicado a Verduzco– que ella es “inimputable” ya que presenta un estado mental y de salud fruto de su avanzada edad, que no permite fincarle responsabilidades penales.
Murillo Karam también aseguró que una de las líneas de investigación entorno al manejo del albergue es ver donde iban a parar las cantidades millonarias de dinero que recibía anualmente. Sin embargo solo detalló que apenas la van a iniciar. Entre los colaboradores detenidos está Felipe Serrano Gómez, administrador y contadorde La Gran Familia y que también es acusado de malos tratos y abusos sexuales.
La Jefa fue trasladada ayer lunes 21, del hospital San José de Zamora –donde fue ingresada tras el operativo de la PGR– a una clínica de Guadalajara, para practicarse un cateterismo. El movimiento fue a las 6 de la mañana, para evitar la afluencia de curiosos y de los medios de comunicación, pero aún así, no quiso dar declaraciones a los que asistieron. Rosa Verduzco salió por su propio pie, vestida con su tradicional falda a cuadros rojos y azules, de la misma tela que los uniformes de la niñas del albergue y una playera roja. Una suerte de uniforme autoimpuesto con el que siempre vestía como identificación de su proyecto y de su Gran Familia. (Fuente: Animal Político)