Si de eso se trataba la alineación y coordinación, mejor lo hubieran dicho antes.
Y es que de tres no se hace uno en las obras de la Tulum, en donde además para rehabilitar 300 metros se han invertido 45 millones de pesos y lo que falta.
Mientras los gobiernos federal y estatal se siguen haciendo bolas y la obra no tiene para cuando, la labor ha consistido en mirar como los chinitos y justificar lo injustificable.
Este problema finalmente es del Ayuntamiento, pero ni el alcalde formal, Paul Carrillo, ni el secretario de Obras y Servicios Públicos, Roger Espinosa, pueden o quieren encontrar una solución a estas obras interminables que han trastocado por nueve meses la vida de miles de cancunenses que tienen que pasar por el centro de la ciudad.
Por lo pronto, la prioridad de Paul es acompañar a la precandidata Berenice Polanco en su precampaña a la diputación federal y Roger, pues ahí nomás de espectador de lo que hacen SCT, Fonatur y Sintra.