Corre el rumor de que Carlos Joaquín ya inició los preparativos con todo rumbo a la sucesión.

Que quintanarroenses van a la Ciudad de México para recibir instrucciones y regresan a Quintana Roo para intensificar los trabajaos de cara a la sucesión, en favor del ex alcalde de Playa del Carmen y ex diputado federal.

Por supuesto, los rumores han puesto muy nerviosa a la “Nomenkletura priista local” y su reacción ha sido exponencial.

El año previo a la sucesión, inició con las cosas más que controladas para la dupla de Félix González Canto y Roberto Borge, que ciñen la sucesión en los playenses Mauricio Góngora Escalante y José Luis Toledo Medina

Pero, más por las malas que las buenas, “Beto” Borge y Félix González Canto han impuesto su ley en Quintana Roo.

En efecto, han pulverizado a sus adversarios políticos fuera del PRI y la “gran prensa” del estado está incondicionalmente a su servicio. En realidad, la dupla “Beto”-Félix no tiene problemas en la oposición. Tanto PAN y PRD están bajo su control, tanto o peor que en el casos de los medios.

Pero, su problema está en el PRI y en particular con Carlos Joaquín.

Hace seis años Roberto Borge se impuso a Carlos Joaquín en la nominación a Gobernador y hace tres, Félix, en la de Senador.

Muchos de sus entonces seguidores quedaron más que decepcionados cuando Carlos se retiró de la contienda, a pesar de que incluso contó con un Plan B, que consistía en ser candidato de una alianza PAN-PRD, con el respaldo del entonces presidente Felipe Calderón.

Los enterados sostienen que Carlos cedió y negoció dos o tres alcaldías en 2010 y se hizo a un lado en 2012, para que en 2016, ya le tocara.

Pero, parece que Borge y Félix se echaron para atrás.

Tras perder la nominación a la senaduría, Carlos fue llamado al equipo de transición de Enrique Peña Nieto y finalmente quedó como subsecretario de Turismo.

Desde ahí, dicen, poco a poco ha reiniciado su intento de ser Gobernador y que cuenta con el respaldo de Enrique Peña Nieto. Y con el inicio 2015, empezó a darle forma a sus aspiraciones.

La repuesta Félix-Beto ha sido “nuclear”. La metralla mediática ha sido a discreción contra el aspirante de Los Pinos. Pero las cosas se han puesto en verdad muy serias. La dupla ha llegado al extremo de retar al presidente Peña Nieto, si osare imponer desde el centro a Carlos Joaquín.

El panorama para Carlos Joaquín se ve muy complicado. El binomio Félix-“Beto” está dispuesto a todo, incluso a rebelarse al centro.

La única oportunidad para Carlos Joaquín es que Peña Nieto diera un golpe de mesa en Quintana Roo.

De lo contrario el felixismo-borgismo continuará otros seis años.

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