Con el mundo pendiente del último careo de Floyd Mayweather y Manny Pacquiao, los púgiles ofrecieron una muestra de buenas maneras y educación. Antes de disputar el histórico combate de unificación del título del peso welter, ambos ofrecieron una última rueda de prensa sin el más mínimo altercado.
La presentación de los dos púgiles con los periodistas, que tuvo lugar en el Hotel MGM Grand de Las Vegas (Nevada), escenario del combate del próximo sábado, que romperá todas las marcas de ingresos, fue un calco de la primera celebrada el pasado mes en Los Ángeles, todo promoción, cordialidad y respeto.
Mayweather Jr. se dedicó a pedir de nuevo que los aficionados del mundo que le han dado su apoyo lo sigan haciendo y ahora más que nunca «compren» la pelea por la televisión de pago que les costará nada menos que 100 dólares, nueva marca.
Mientras que Pacquiao volvió a recordar sus orígenes humildes y de miseria que le tocó vivir en su país natal, de Filipinas, cuando era un niño y el haber llegado a la cima de la fama y de tenerlo todo gracias a Dios, que lo ha guiado siempre y hecho su voluntad.
Los únicos que mostraron la cara real del trasfondo de la pelea, las ganancias millonarias que va a dejar, fueron los promotores y las dos cadenas de televisión Showtime y HBO que tendrán los derechos de trasmisión de un combate que podría dejar unos ingresos cercanos a los 500 millones de dólares.
Pacquiao, de 36 años, marca de 57-5-2, 38 nocáuts, y campeón en ocho divisiones diferentes, el único que lo ha conseguido en la historia del boxeo, recibirá una bolsa garantizada de 100 millones de dólares y pidió a Mayweather Jr. que tras el combate mantengan el respeto entre ambos y que se logre sean un ejemplo para todos.
«Es hora de pelear ya, para eso estamos aquí», destacó Mayweather Jr. en una corta intervención ante los medios. «Me siento bien, me siento fuerte y estoy convencido que daremos un gran espectáculo».
El campeón invicto estadounidense de 38 años (47-0, 26 nocáut), siguió en su línea de no dirigir ni una mala palabra contra Pacquiao al que durante los años que lo rehuyó para no enfrentarse lo llamó desde «mono« a «amarillo».
«Esto es negocio, es mi trabajo. He estado aquí antes. Estoy orgulloso de estar aquí en el evento más grande de la historia», añadió Mayweather, que se llevará una bolsa garantizada de 150 millones de dólares que podría ascender hasta los 180, dependiendo de los ingresos que se den por los derechos de televisión de pago.
Ambos púgiles ahora trabajarán en privado de cara a estar listo para el pesaje del viernes, que será el último acto público en el que aparezcan antes de subir el sábado cuadrilátero y demuestren con hechos que hicieron la «Pelea del siglo». (Fuente: ABC)