CANCÚN, MX.- En los diez años que el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) lleva de realizarse en América Latina, México ha sido sede en tres ocasiones: la primera vez fue en 2008 en Cancún, bajo la administración de Vicente Fox; después en 2012 en Puerto Vallarta, cuando finalizaba el sexenio de Felipe Calderón y ahora en la Riviera Maya con el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, quienes también asistieron al tradicional Foro de Davos de la misma organización, que en 1971 fundó Klaus Scwab, un economista suizo.
Bajo el lema “Avanzando a través de una agenda de renovación”, la décima reunión del Foro Económico Mundial para América Latina (WEF LATAM) inició este miércoles con reuniones privadas entre empresarios y funcionarios, pero seguirá con múltiples conferencias simultáneas durante el jueves y viernes, después de que sea inaugurado formalmente por el presidente Peña Nieto.
Hasta el momento se tiene prevista la asistencia de 800 personas provenientes de 45 países y 390 organizaciones, cifras por debajo de los 900 asistentes de 71 países registrados en la séptima edición del WEF LATAM en 2012, cuando rompió récord, como destacaron en su momento los organizadores y el gobierno mexicano.
Presidentes , ministros y funcionarios de México y diversos países de América Latina, representantes de organismos multilaterales como la Cepal, el BID o el Banco Mundial, dirigentes de grandes corporativos mundiales de diversos sectores como el energético y el de telecomunicaciones así como líderes de organizaciones civiles participarán en las mesas de discusión o darán conferencias magistrales en el Foro Económico Mundial.
Encrucijada económica en AL y violencia en México
El foro se realiza “en un momento en que la economía de América Latina está en una encrucijada”, según el WEF, puesto que los precios de los productos básicos y del petróleo cayeron drásticamente el año pasado afectando las exportaciones de muchas naciones de la región.
Con ello, la economía latinoamericana apenas creció 1.5 por ciento en 2014, la cifra más baja de la última década y se prevé que ese mismo porcentaje se repita este año, con lo que el “progreso social logrado en los últimos 20 años está amenazado y podría llegar a un punto muerto”.
El WEF destaca que desde México hasta Brasil se han registrado manifestaciones de protesta, pero al mismo tiempo han llevado a cabo reformas políticas y económicas que incluyen medidas para combatir la corrupción, hacer frente a la desigualdad y restaurar la confianza.
“Para México y Colombia, en particular, las reformas económicas van de la mano con políticas contra la violencia y las actividades económicas ilícitas. En México, la lucha contra los violentos cárteles de droga están empezando a dar sus frutos, aunque las tasas de homicidio siguen siendo preocupantemente altas en algunos estados”, asienta la organización y pondera las reformas mexicanas en educación, energía, legislación fiscal y telecocomunicaciones, porque considera que abren nuevas oportunidades de crecimiento.
El WEF “regresa a México para colaborar en la transición de América Latina para el crecimiento a largo plazo y el desarrollo social” y asegura que ha surgido una clase media más grandes y exigente. Considera que la región se ha caracterizado por tener una capacidad para recuperarse financieramente, registrar un crecimiento vigoroso y combatir la pobreza, pero para profundizar la transformación económica y social pretende que en el foro empresarios, funcionarios y líderes sociales debatan sobre cómo deben adaptarse rápidamente a los cambios de la post-crisis y apuesta por ajustes y reformas que faciliten los negocios, las inversiones, la productividad y competitividad en la región, tal como proclaman gobiernos y empresarios, pero que no dejen de lado la inclusión y desarrollo social, el desarrollo sostenible y el crecimiento económico a largo plazo de las naciones.
Según los organizadores, el foro se dividirá en tres pilares: el fortalecimiento de las fundaciones para identificar posibles soluciones a problemas sociales, la renovación de los marcos institucionales para explorar las oportunidades y analizar las interrupciones en el crecimiento regional, como por ejemplo los efectos de las reformas en sectores clave como el energético, la infraestructura y el mercado laboral, así como el impacto de la clase media de las en el desarrollo latinoamericano y en las innovaciones tecnológicas. (Fuente: La Jornada)
ya no puedo ller el lambisco del periodico la respuesta el que yamerto carga a chano y a otros vividores de erario del municipio por los funcionarios y empresarios que comen de ayiiii que verguenza
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