SAN PETERSBURGO, Rusia.– En el interior de un edificio de mármol de cuatro pisos en San Petersburgo, cientos de trabajadores operan computadoras en la vanguardia de una guerra informativa, según quienes los han visto en acción. Conocidos como los “gnomos del Kremlin”, los hombres y mujeres laboran en turnos de 12 horas durante todo el día, inundando internet con propaganda destinada a difundir la visión del presidente Vladimir Putin sobre su país y sobre el mundo.
El Kremlin siempre ha producido propaganda a raudales, pero en el último año la campaña se ha intensificado con el agregado de cientos de operadores en línea para contrarrestar las presiones occidentales sobre la injerencia rusa en el conflicto de Ucrania. El programa pretende alejar a Serbia del camino a la Unión Europea y atraerla a la órbita rusa y apunta a Alemania, Estados Unidos y otras potencias occidentales. La operación ha alarmado a la UE al extremo de trazar un plan para combatir la campaña de desinformación rusa, aunque todavía no ha difundido los detalles.
Lyuda Savchuk, madre soltera con dos hijos, trabajó en esa actividad hasta mediados de marzo. La periodista de 34 años de edad dijo que tenía una idea sobre el ámbito orwelliano en el que se metía cuando aceptó el trabajo, pero sin conocer su intensidad y alcance.
“Sabía que era algo malo, pero por supuesto nunca sospeché que fuese tan horrible y en tan gran escala”, afirmó en una entrevista en su vivienda.
Describió cómo los operadores manejan numerosas cuentas en redes sociales con sobrenombres como koka-kola23, green-margo y Funornotfun. Cada uno de los trabajadores de su departamento debía producir 160 mensajes en sus blogs durante un turno de 12 horas. Los de otros departamentos inundaban internet con imágenes manipuladas y comentarios favorables a Putin sobre noticias que aparecían en portales rusos y occidentales.
En algunos departamentos, dijo, los operadores reciben instrucciones diarias acerca de lo que deben escribir y qué emociones suscitar. “Me parece que no saben lo que están haciendo”, comentó. “Sencillamente repiten lo que les dicen”.
Agregó que la mayoría de los operadores son jóvenes y se ven atraídos por salarios mensuales relativamente elevados de 40.000 a 50.000 rublos (800 a 1.000 dólares).
Su descripción del trabajo coincide con la de otros operadores que han hablado públicamente, aunque Savchuk es una de pocos de ellos dispuestos a revelar su nombre completo. Renunció después de poco más de dos meses cuando se dio cuenta de que no podía tolerar más ser parte de esa maquinaria propagandística.
Los operadores son empleados por internet Research, que según versiones de la prensa rusa es financiada por un consorcio encabezado por un amigo de Putin, su chef personal. Quienes han trabajado allí dicen que tienen pocas dudas de que la campaña es operada desde el Kremlin.
El periodista de San Petersburgo Andrei Soshnikov, uno de los primeros en revelar la operación, dijo que unas 400 personas trabajan en el edificio. Un video que cargó en YouTube recientemente mostró el interior del edificio: en una sala los operadores trabajaban sentados uno al lado del otro frente a sus computadoras. La operación se trasladó al edificio cuando se expandió en marzo de 2014, el mes en que Rusia arrebató Crimea a Ucrania y provocó la primera andanada de sanciones económicas occidentales.
Soshnikov, reportero en el semanario Moi Rayon (Mi región), dijo que ha habido una campaña en los últimos meses para contratar más operadores de habla inglesa. “De pronto, se dan cuenta de que esta es una tierra santa, Obama un dictador sangriento y que solo en Rusia existe la verdadera libertad de prensa”.
Y en Serbia, se reclutan operadores por medio de varios pequeños partidos derechistas que son financiados y apoyados por Rusia, dicen analistas de la prensa. (Con información de AP)