Por eso, tras las declaraciones antiyucatecas de Borge, el chetumaleño salió a matizar los dichos del gobernador señalando que para aspirar al máximo cargo político del estado no debe ser una condición que hayan nacido en Quintana Roo, tierra de inmigrantes.
Basta con que vivan en el estado, dijo Abuxapqui, quien así recordó que ese es precisamente uno de los requisitos que señala la Constitución Política del estado para que una persona sea considerada quintanarroense… y en consecuencia, pueda votar y ser votado.
El posicionamiento de Abuxapqui, un quintanarroense de gran arraigo, es buen punto que lo ratifica como uno de los aspirantes más serios a gobernar el estado.
Es una pena, sin embargo, que la estridencia y la bilis sean los elementos que dirijan la actual política de Quintana Roo, y que el sentido común sea el más escaso de los sentidos de la actual clase gobernante.