Hay quienes están festejando la suspensión de obras en el Malecón Tajamar, como si la selección hubiera ganado el Mundial.
Y la verdad es que otra vez la autoridad actuó tarde y cuando el daño es prácticamente irreversible.
La Profepa pretende decir que todo está bajo control y que los culpables son los de la empresa BI&Di, que, dicho sea de paso, obtuvieron estos terrenos en compensación y pago pues otros que habían comprado a Fonatur tenían también restricciones ambientales.
Pero lo peor es que el Gobierno del estado y el Ayuntamiento de Benito Juárez pretenden subirse a este ‘triunfo’.
Ni la Procuraduría Estatal del medio Ambiente ni la Dirección Municipal de Ecología hicieron algo, aunque la destrucción de manglar fue, literalmente, enfrente de sus narices.
Pero ahora resulta que, en el ‘control de daños’ de ayer, no hay ningún servidor público responsable. Tampoco hay ningún desarrollador indiciado por los delitos ambientales cometidos. No fuere un humilde comunero porque ya estarían en prisión.
Y todos ‘coordinados’ son como la ‘Liga de la Justicia’que salvó a Malecón Tajamar.
