Se dice que una de las mayores cualidades que debe tener un político es su capacidad de negociación. Aunque es importante no olvidar que la “capacidad de negociación” de los políticos en la historia reciente de México ha sido para embaucar a la población, para el tráfico de influencias y para los contubernios entre la clase política y el ocultamiento (el mayor tiempo posible) de su incapacidad administrativa.
Entonces, ¿cuál es el beneficio de la sociedad de que un político tenga capacidad negociativa? Básicamente, ninguno.
Porque mucho se habla por parte de la derecha populista y mesiánica sobre los “logros” en las reformas estructurales. De las cuales ninguna ha rendido algún beneficio directo al consumidor y a los mexicanos en general. No cabe duda que esas reformas ya no han sido mencionadas por la clase política a la sociedad debido a la incertidumbre en las inversiones por parte de empresarios nacionales o extranjeros. De tal modo que ya muy pocos políticos se vanaglorian en haberle dado luz verde a esas catastróficas reformas.
Uno de esos políticos “reformistas” es Manlio Fabio Beltrones. Uno de los hombres fuertes del régimen. Un cacique en su natal Sonora.
Existen muchos documentos e investigaciones sobre los posibles vínculos de este personaje con las miserables entrañas de la corrupción, despotismo e impunidad en las más altas esferas de negociación de México.
Pero hay unos beneficios de su llegada a la presidencia del PRI. Sobre todo para los políticos de oposición. A continuación presento algunos pros que tiene la izquierda ante este eventual suceso:
1.- Manlio Fabio Beltrones, es un político de una sola pieza. Tiene una gran capacidad negociadora. Que como hemos visto no ayudará en nada a la “gente de abajo” de su partido. Y por lo cual, solo generara más división dentro del PRI (y que su base más fuerte es la gente pobre y necesitada del país).
2.- Es un político viejo. Podrá contar con las alianzas necesarias pero no entiende que los tiempos han cambiado. No entiende el progresismo de las redes sociales. No entiende las redes sociales ni él ni su actual equipo.
3.- Ante una eventual presentación como un precandidatos a suceder a Peña Nieto, le va quedar muy, pero muy lejos la victoria hacia los Pinos.
5.- El PRI no cuenta con cuadros políticos legitimados socialmente. El más cerca de ellos, está muy lejos de ser una persona de calidad moral incuestionable (aunque no venga ningún nombre a la mente).
Creo que queda claro, que para la izquierda lo mejor que le puede pasar es que tome posesión como presidente, y luego, como precandidato presidencial.
Es el mejor escenario que he visto en muchos años.
Gustavo Brito Torres
@gbritotorres