CANCUN, MX.- Difícil será para la Procuraduría de Justicia del Estado conocer la identidad y causa de muerte del ejecutado encontrado en el camino a la laguna Manatí la mañana del lunes, pues no se cuenta con el equipo necesario para llevar a cabo dicha tarea.
Lo único que se ha podido determinar hasta ahora, es que los huesos encontrados corresponden a un hombre y que llevaban alrededor de un año enterrados en el lugar donde fueron encontrados.
Tal y como ha ocurrido cuando son encontradas osamentas, los restos óseos encontrados el pasado lunes en el camino a la laguna Manatí difícilmente podrán ser identificados.
Y es que las carencias que se tienen en algunas áreas de la Procuraduría de Justicia del Estado, sobre todo, en el área de servicios periciales, impiden llevar a cabo exámenes avanzados en materia forense.
En muchas ocasiones, no existen reactivos ni siquiera para realizar exámenes toxicológicos a los cadáveres encontrados y ni qué decir de las pruebas de ADN, porque esas tienen que mandarse a otras dependencias como la Procuraduría General de la República (PGR).
Tras el hallazgo de las tres bolsas que contenían huesos humanos, el área de servicios periciales sólo pudo determinar que se trataba de los restos óseos de un hombre, a juzgar por la forma de los huesos que logran diferenciar el sexo de una persona.
Sin tener una exactitud, se dijo que los huesos encontrados tenían alrededor de un año enterrados y eso, se juzgó sólo porque no existían ya tejidos adheridos a los huesos.
La causa de la muerte de este sujeto que sin duda fue ejecutado, será un “enigma” para las autoridades, pues hasta ayer, apenas se pretendía ordenar los huesos para conformar el esqueleto completo y buscar algún rastro o evidencia que pudiera decir algo sobre la muerte del desconocido. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)
