ROMA.- Además de la Gioconda que se exhibe en el Louvre, Leonardo Da Vinci habría realizado otra pintura semejante en poder de un oligarca ruso de San Petersburgo, un retrato de la misma modelo, Lisa Gherardini, aunque más joven.
“La Gioconda de las Columnas”, como es conocida la pintura -porque dentro del paisaje de trasfondo aparecen unas columnas- ha sido sometida a minuciosos análisis que confirmarían que fue igualmente realizada por el genio del Renacimiento, dijo a Notimex Silvano Vincenti, experto que coordinó la investigación.
“La posibilidad que Leonardo haya realizado una Gioconda con las Columnas, hasta hoy desconocida a la mayoría de las personas, representa el resultado de una larga y articulada investigación pericial hecha a una pintura que forma parte de una colección privada en San Petersburgo, Rusia”, señaló.
Vinceti, presidente del Comité italiano para la Valorización de los Bienes Históricos, Culturales y Ambientales, precisó que tuvo la oportunidad de ver y estudiar personalmente el retrato en cuestión, que habría tenido como modelo también a Gherardini (1479-1542), esposa de Francesco del Giocondo y conocida como Mona (Doña) Lisa.
La investigación se valió de un nuevo método pericial en el que el historiador de arte ya no es la única autoridad que decide la paternidad de una obra.
En la nueva modalidad usa las más avanzadas técnicas, como rayos infrarojos, rayos X y photoshop avanzado, conjugadas con el análisis estricto de las fuentes históricas.
Tales técnicas, informó, pusieron en evidencia la plena compatibilidad de esa pintura con el periodo en el cual Leonardo realizaba sus obras de arte.
A través del photoshop avanzado fue comparada la Gioconda de las Columnas con el dibujo preparatorio que Da Vinci hizo antes de realizar el cuadro expuesto en el Louvre y que según Carlo Pedretti, el máximo experto en la obra del maestro, es auténtico.
“En la comparación entre el dibujo preparatorio y la Gioconda rusa salió a la luz la plena sobreposición entre ambos, además de la edad más joven (de la modelo) del dibujo preparatorio y de la Gioconda rusa respecto a la del Louvre”, dijo.
Asimismo, fue encontrada una perfecta coincidencia entre la silueta del labio superior del dibujo preparatorio y la Monalisa rusa (y no de la del Louvre) y entre los espacios de los dedos de la mano derecha del primero y la segunda.
Otro detalles importante tiene que ver con la figura del labio superior de la Gioconda. En el dibujo preparatorio la línea es ondeante, como en la Gioconda rusa, mientras que en la del Louvre es más lineal.
“Hay que subrayar que el dibujo con el segmento ondeante es seguramente de Leonardo y se encuentra en la biblioteca Real de Inglaterra”, dijo Vinceti.
Un elemento más es el color de las manos, que según Pedretti son más oscuras que el rostro en la Gioconda del Louvre y en la rusa, a diferencia de las copias (hechas por otros artistas) del mismo cuadro, lo que obedecería a las técnicas del claro oscuro que Leonardo manejaba con maestría.
Vincenti también citó a uno de los máximos restauradores de las pinturas de Da Vinci, que luego de un atento examen de las fotografías en alta definición de la pintura rusa estuvo de acuerdo en que existe una alta posibilidad de que sea obra del maestro.
Asimismo, en los ojos de la Gioconda rusa aparecen las letras S y L, al igual que en la del Louvre, pero mientras la primera fue realizada en tela, la del museo parisino fue hecha sobre tabla de álamo.
Vinceti citó testimonios del fraile del Refectorio del Convento de Santa Maria de las Gracias de Milán (que custodia el cuadro La Ultima Cena) y de historiadores de la Biblioteca Ambrosiana (fundada en 1609), según los cuales Da Vinci realizó obras en tela y transmitió sus experiencias al respecto en su Tratado de Pintura.
El experto mencionó otras fuentes indirectas, como algunas pinturas de Raffaello (1483-1520), en particular la Virgen del Unicornio, con las mismas poses que la Gioconda rusa y que ese artista habría copiado de Leonardo, ante quien acudió en 1500 para aprender de su obra.
Además, recordó que han sido atribuidas a Gian Giacomo Caprotti, mejor conocido como el “Salai”, discípulo favorito de Da Vinci (y su presunto amante) dos cuadros de la Gioconda de las Columnas que debió haber copiado de su mentor.
El mismo “Salai”, según fuentes históricas, vendió a un alto precio un cuadro desconocido al rey de Francia, que para Vinceti podía haber sido la Gioconda rusa, pues resultaría poco creíble que el soberano hubiese comprado por esa cifra una pintura del discípulo, cuya obra era considerada de escaso valor en la época.
“Todos los elementos salidos a la luz con esta larga y fascinante aventura investigativa están a disposición de todos”, indicó.
“Personalmente me limito a señalar la posibilidad de que la mano de Leonardo y de uno de sus discípulos (haya estado en la Gioconda de las Columnas) es una hipótesis con su propia dignidad”, señaló Vincenti, conocido por haber descubierto la tumba de la Mona Lisa en el Convento Santa Orsola de Florencia. (Fuente: Notimex)