Que a José Luis Pech Várguez ya se le acabaron las diputaciones y regidurías plurinominales para convencer a los militantes de Morena.

El ex rector de la Uqroo ha sido hábil y ha logrado meter al redil a muchos de los militantes que, tras su ‘destape’, públicamente lo repudiaron por sus nexos con los últimos tres gobiernos priistas de la entidad.

Poco a poco, el doctor Pech –como le gusta que le digan- ha logrado tranquilizar a algunos ‘morenistas’ con candidaturas a ‘pluris’ de diputados y regidores.

Ante la falta de dirigentes formales, por los conflictos internos –provocados desde la casa de Gobierno-, Pech se ha convertido en una especie líder de facto de Morena en la entidad y eso le ha dado margen de maniobra para prometer y ofrecer.

Sin embargo, no ha sido suficiente, y el candidato de Morena a la Gubernatura no logra levantar entre los ‘morenistas’.

Al doctor Pech le está costando mucho trabajo quitarse la etiqueta de ‘caballo de Troya’ del borgismo en Morena.

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