CANCÚN, MX.- De realizarse un ajuste al gasto público como efecto de que el gobierno perciba menos ingresos por la caída en el precio del petróleo, las aportaciones federales para entidades federativas y municipios (Ramo 33) podrían verse afectadas.
De acuerdo con el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), los estados que podrían enfrentar situaciones adversas son los que están dentro del plano industrial y turístico.
Lo anterior se debe a que se daría una economía inversa, donde los estados producirían pero no tendrían un regreso de recursos con el porcentaje cercano a lo que generan mes tras mes.
En el caso de Quintana Roo, el turismo es la fuente de ingreso directa y sólida. La entidad lleva diez años siendo el motor turístico de México y no hay un panorama de que se caiga o suceda lo contrario.
Sin embargo, de darse un recorte, éste se daría en rubros directos como inversiones y obras públicas, donde los municipios de la entidad podrían enfrentar un freno parcial o momentáneo.
Por ejemplo, existen dos obras en Quintana Roo, particularmente enfocadas al turismo que podrían sufrir variaciones. La primera de ellas es el puente sobre la laguna Nichupté en la zona hotelera de Cancún.
Esta obra está programada para iniciar procedimientos a principios de febrero cuando se lance la convocatoria de licitación. El objetivo es tener recursos tanto de la iniciativa privada como públicos.
Es aquí donde se puede dar un punto de quiebre. La obra podría ser lanzada pero con un futuro a largo plazo y no a mediano como corresponde a una obra de vital importancia para el principal destino turístico del país.
Otro proyecto que tendría parálisis sería la recuperación de playas en la zona norte de Quintana Roo. El sector turístico ha sostenido la importancia del rescate de arenales para mantener la hegemonía en materia de turismo.
Cabe señalar que de mantenerse el efecto negativo del petróleo, el primer golpe lo podrían recibir los estados, municipios y dependencias públicas.
Esta situación se da porque el gobierno transfiere recursos a los estados y municipios para que atiendan y fortalezcan las necesidades de su población en los sistemas de educación, salud, infraestructura básica, seguridad, programas de alimentación y asistencia social.
Ante esto, cada entidad tiene una estrategia distinta en el manejo de su presupuesto; de efectuarse un recorte al gasto, los programas de salud y alimentación casi siempre son los más afectados, sostuvo el estudio del Centro de Estudios Económicos.
Cabe recordar que para este año, la Ley de Coordinación Fiscal tenía presupuestados 11 mil 800 millones de pesos como parte de los excedentes por exportación del crudo, monto que disminuirá si se mantienen las bajas en los precios de la mezcla mexicana.
Asimismo, se debe tener en cuenta que las finanzas públicas del país dependen ampliamente de los ingresos de hidrocarburos, por lo que se deberían tomar medidas para depender menos de este recurso.
Por esta razón, el desplome en los precios del petróleo puede provocar recortes en el gasto público este año, lo que pone en riesgo los recursos para rubros administrativos y las participaciones que reciben las entidades federativas y municipios. (Fuente: Por Esto! de Quintana Roo)