CIUDAD DE MÉXICO.- Después de un tortuoso rodaje que los tuvo durante nueve meses filmando “The Revenant: El renacido”, en las gélidas montañas canadienses, ahora el director Alejandro G. Iñárritu y su actor Leonardo DiCaprio viven una auténtica luna de miel.
Ambos se deshicieron ayer en elogios mutuos hacia su trabajo, talento, disciplina y rigor en una conferencia de prensa de poco más de 30 minutos que tuvo una masiva audiencia de cerca de 600 personas, que reunió a representantes de medios de comunicación de todo el continente y también a fans de ambos personajes.
El ojiverde, quien buscará un Oscar como Mejor Actor tras cuatro postulaciones en la misma categoría, agradeció formar parte de la terna, aunque afirmó que él hace cine por muchas razones, menos para ganar premios.
“Los reconocimientos no son la intención por la que haces películas. Para mí es fantástico ser reconocido por tus colegas, porque todos los departamentos trabajaron muy duro, y (la nominación) se siente increíble.
“Pero nosotros trabajamos porque queremos crear una pieza de arte única. Lo que sigue, está más allá de nuestro control. Por supuesto que todos estaríamos felices (de ganar), pero ya está más allá de nuestro control. Tú haces el trabajo y depende de las otras personas si mereces el premio o no.
“Mucho se ha dicho de las condiciones extremas bajo las que trabajamos, pero lo que quieres como público es autenticidad y eso es también lo que busco como actor cuando entro a una película”, precisó DiCaprio, quien comparte la categoría con Bryan Cranston (Trumbo), Matt Damon (Misión rescate), Michael Fassbender (Steve Jobs) y Eddie Redmayne (La chica danesa).
DiCaprio se mostró “agradecido e increíblemente afortunado” de hacer películas como “The Revenant: El renacido”, e incluso afirmó que fue un “sueño hecho realidad”.
“Fue como ganarse la lotería. Así de honrado me sentía todos los días al trabajar con estos dos hombres (Iñárritu y Lubezki) a pesar de estar en condiciones extremas, creo que ellos lograron con esta película algo que va más allá de nuestras palabras, es un tipo de cine que va a romper generaciones”, expresó el actor que regresó a la Ciudad de México a 23 años de rodar Romeo + Julieta, de Baz Luhrmann.
“Por supuesto que volvería a trabajar con Alejandro. Fue una experiencia hermosa”, agregó.
Alejandro G. Iñárritu, quien fue recibido con una enorme ovación, incluso más sonora que la del actor Hollywoodense, consideró que las 12 nominaciones ya representan un premio para su sexto largometraje, sin importar lo que suceda la noche del 28 de febrero, fecha en que se realizará la entrega de la estatuilla dorada.
“Este reconocimiento es una celebración al trabajo en su totalidad y eso me llena de orgullo. Más allá de que ganemos o no, creo que la película ya ganó, ese reconocimiento es un gran abrazo de cariño, de calor y lo recibimos con mucho gusto”.
Iñárritu, quien el año pasado recogió la estatuilla dorada a Mejor Dirección y Película por “Birdman”, no dejó pasar la oportunidad de reconocer el esfuerzo de Di-Caprio para encarnar a Hugh Glass, un explorador que tras ser atacado por una osa fue abandonado por sus compañeros, quienes jamás imaginaron que sobreviviría y buscaría venganza.
“Nada de este extraordinario esfuerzo sería lo que es, ni hubiera tenido sentido y es más, hubiera fracasado, sino estuviera enfrente de la cámara y cargando la película en sus hombros y en su arte Leonardo DiCaprio.
“Todos los riesgos y apuestas que hicimos y que fueron de proporciones históricas, pudieron haber fracasado, como a muchos les hubiera gustado, sino fuera por que estaba sostenida por un actor de la talla de DiCaprio.
“Ésta ha sido la experiencia más extraordinaria que he tenido como director, no sólo porque encontré al gran actor que yo sabía que era, sino porque necesitaba un camarada y un guerrero, pero además Leo también fue un gran amigo y eso pocas veces sucede en una profesión tan difícil como ésta”, añadió el realizador, quien ahora solamente piensa en meterse “en una cueva y descansar durante seis meses”.
Sin restar méritos a la cinefotografía de Emmanuel El Chivo Lubezki, quien es el favorito para llevarse el Oscar en su apartado, El Negro consideró “reductivo” solamente hablar de la fotografía de “The Revenant: El renacido” y no de un “todo” en su conjunto.
“El cine es un arte de colaboración, no solamente de fotografía. La foto es un elemento que necesita mostrar los elementos.
“Me parece hasta reductivo porque el trabajo que está ahí de El Chivo, y del equipo, es el último paso de un complejísimo proceso.
“El Chivo, como colaborador, es mi mano derecha. Tenemos una excelente comunicación y logramos un debate hermosísimo para encontrar las mejores decisiones, pero la fotografía es un homenaje a todo lo demás que se hizo para esta película”.
Finalmente Leonardo, quien aceptó que le tiene fobia a la sangre, se tomó unos minutos para hablar de su otra grande pasión y preocupación además del cine, el cambio climático y los daños que estamos provocando al planeta. “En esta experiencia tratamos de ver qué nos decía la naturaleza. El clima estaba siempre cambiando. Condiciones extremas en el planeta, pero seguimos en una situación donde contribuimos al cambio climático como especie. Estamos enfrentando problemas muy importantes. Espero que estemos a tiempo de cambiar las cosas”. (Fuente: Excélsior)