CANCÚN, MX.- El académico e investigador en materia turística, Alfonso de Jesús Jiménez, consideró que la deuda pública del Estado de Quintana Roo –que se ubica como una de las más altas a nivel nacional– no puede dividirse entre el número de pobladores y de turistas como sugirió el candidato del PRI-PVEM, Panal, Mauricio Góngora Escalante.
“A los turistas ya se les cobra el 3 por ciento de impuesto sobre alojamiento y se les cobra un impuesto por aeropuerto”, indicó.
Ante mujeres empresarias, el candidato a gobernador por la alianza PRI-PVEM-PANAL, “Somos Quintana Roo”, intentó justificar que los primeros lugares de deuda pública de Quintana Roo (contratada principalmente durante los dos últimos sexenios), se debe a que el estado recibe 15 millones de turistas que también requieren infraestructura y servicios, lo cual, se paga entre millón y medio de habitantes.
“Somos de los últimos estados del país en cuanto a número de población y si dividimos la deuda entre un millón y medio nos toca mucho, pero si dividimos la deuda entre 15 millones (de turistas que recibe el Estado), más un millón y medio (de habitantes), nos toca poquito”, sostuvo Góngora.
En entrevista, el también autor de Cadenas hoteleras en México, Alfonso de Jesús Jimé- nez, aclaró que el endeudamiento inexplicable de un Estado puede tener varias causas: obras injustificadas, corrupción y desviación de recursos –son sólo algunas–, pero también la no aplicación de recursos correctos y el hecho que no ingresa suficiente dinero de manera fiscal para hacer frente a compromisos urbanos y turísticos.
En opinión de Alfonso de Jesús Jiménez, la forma en que los hoteles suelen aplicar su responsabilidad fiscal con el Estado y, con el país, tiene que ver con que la gente no pague impuestos y las obras públicas que benefician al turismo internacional se paguen con fondos públicos, sin grandes beneficios para los mexicanos.
El autor ha documentado la forma en la que operan las grandes trasnacionales en el Estado de Quintana Roo, e incluso, en su libro, ha expuesto cómo en cenas de supuesta promoción turística por parte del gobernador en turno, se han acordado beneficios fiscales para las grandes compañías hoteleras.
“Hay una evasión fiscal increíblemente alta de los que pueden hacerlo porque se requiere infraestructura jurídica, fiscal, comercial para poder hacerlo”, añadió el investigador.
Como ejemplo, habló de un reporte del Sistema de Administración Tributaria (SAT) 2013 que establece que, de los 21 rubros, el que menos arroja impuestos es el total de establecimientos de alojamiento temporal y preparación de alimentos y bebidas, con solo 0.5 por ciento de impuestos.
“No tiene qué ver con el número de turistas, es un tema aún más complejo de corrupción, impunidad y evasión fiscal”, concluyó el investigador. (Fuente: Luces del Siglo)