El éxito deportivo sin parangón alcanzado por el Leicester City al proclamarse campeón de la Premier League tiene un origen más que sorprendente. La historia de este equipo comenzó a cambiar en mayo de 2015 cuando, después de lograr salvar la categoría de manera heroica, el propietario Vichai Srivaddhanaprabha decidió premiar a la plantilla con una gira promocional por Tailandia, su país, como agradecimiento por el esfuerzo.
Lo que había sido un viaje para hacer grupo se convirtió en una pesadilla para el club. Cuando el equipo regresó de la gira estalló un escándalo tras la publicación de fotografías de una orgía que tres jugadores habían mantenido con un grupo de prostitutas tailandesas. El incidente se complicó porque, además de sexo, los jugadores profirieron insultos racistas hacia las mujeres.
Todo ello fue publicado por los medios y tanto el club como los jugadores tuvieron que excusarse por su lamentable comportamiento. Los jugadores implicados fueron Tom Hopper, Adam Smith y James Pearson, este último hijo del entrenador. El club tomó una decisión fulminante y despidió a los futbolistas y al entrenador, que no había criticado con suficiente dureza los hechos.
Fue ahí cuando Srivaddhanaprabha tuvo que buscar un entrenador nuevo. Un técnico experimentado con buena imagen internacional que además pudiese continuar con el proyecto deportivo. Ranieri fue el elegido y el tiempo ha terminado dando la razón al club y al presidente. (Fuente: La Vanguardia)
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